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Con una batería externa para el móvil en el bolsillo y sin apenas horas de sueño. De esta manera se mueve el alcalde de Álora, Francisco Martínez (PSOE), por el municipio de la provincia que más ha sufrido las consecuencias de la DANA. Dentro de la desgracia, Martínez celebra la ausencia de una «desgracia personal».
–¿Cómo está Álora ahora?
–La situación sigue siendo complicada. Hasta hoy (por jueves), realmente, no dejó de llover. Es la primera vez que podemos entrar con la maquinaria y limpiar los caminos. Lo que más nos preocupa es el tema del agua potable. Tenemos el 60% del municipio sin agua. Nos queda por limpiar el pozo principal y ver si logramos ponerlo en marcha. Espero que pueda entrar agua en todas las casas del municipio.
–¿Cuánta maquinaria está trabajando sobre el terreno?
–Ahora mismo, tengo doce máquinas trabajando. Tenemos a todas intentando lograr conectar a los vecinos que aún están aislados.
–¿A cuánto ascienden los daños económicos provocados por las lluvias?
–Es muy pronto todavía para eso. Tenemos más de 200 kilómetros de camino rural. La totalidad de los caminos rurales ha desaparecido. Ahora estamos dando los primeros pasos. Todas las bombas de los pozos del municipio están pasadas por barro, los cuadros eléctricos. Aún es muy pronto para hablar de cifras.
–Poniendo lo ocurrido en contexto con las riadas e inundaciones anteriores, ¿cuál ha sido la magnitud?
–La magnitud ha sido más que las inundaciones de 1989. Esa fue muy gorda. Pero la altura que alcanzó el Guadalhorce el martes superó a la del 89. Los vecinos no recuerdan un arrastre de esta magnitud en los arroyos y en el río. Mira que la del 89 fue gorda.
–Álora tiene unos 14.000 habitantes. ¿Cuánta población ha sido afectada por estas riadas?
–No sé decirte con exactitud. En el casco urbano apenas ha habido daños. Cuatro muros caídos. Donde más ha pegado ha sido en los diseminados y en los caminos rurales. Dentro del municipio no tenemos calles cortadas.
–Como alcalde, ¿siente que ha sido avisado de la manera adecuada?
–Es muy difícil avisar sobre algo así, por mucha alerta que haya. Aquí teníamos alerta naranja, vale. La tormenta estuvo toda la noche hasta las once de la mañana. Llovió unos 60 litros más o menos. Es agua pero no hizo daño ninguno. Pero luego empezó a diluviar durante tres horas y cayeron 200 litros en tres horas. ¿Cómo alertas contra eso? Hablamos de una tromba de tres horas, una auténtica barbaridad.
–¿Qué administraciones se han puesto en contacto con usted?
–El Gobierno central se puso a disposición nuestra a través de la Subdelegación del Gobierno desde primera hora. Todos vimos el rescate con el helicóptero de la Guardia Civil. La Junta de Andalucía, igual. Estuvo aquí Juanma Moreno y tengo a cuatro brigadas del Infoca limpiando. La Delegación de Agricultura también ha puesto máquinas a nuestra disposición.
–Los daños son todos materiales.
–Los daños materiales se restablecen. Afortunadamente, no hemos tenido que lamentar ninguna desgracia personal.
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