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La Fiscalía de Málaga ha pedido que se declare la «complejidad de la instrucción» del caso de Lucía Vivar, la niña de tres años que el pasado 27 de julio fue hallada muerta sobre las vías del tren tras desaparecer la noche anterior en la estación de Pizarra.
En un oficio firmado el 13 de diciembre, al que ha tenido acceso SUR, el representante del Ministerio Público solicita de este modo la prórroga de la investigación «a la vista de que no va ser posible que en los plazos legales (seis meses) se pueda concluir», ya que aún quedan «diligencias pendientes».
El fiscal ha tenido que adoptar esta decisión ante la «inminencia» de la fecha legal de finalización de instrucción, que según la Ley de Enjuiciamiento Criminal es de seis meses. Al quedar pruebas pendientes solicitadas por la familia y por la propia jueza, la declaración de causa compleja ampliaría el horizonte de la investigación.
Si la titular del Juzgado número 10 de Málaga acuerda esta medida, la instrucción contaría ahora con un año más para continuar con las pesquisas, aunque no necesariamente tiene que agotarse el plazo, ya que la magistrada puede darlas por concluida en el momento que considere. O también, si así lo entiende oportuno, ampliar nuevamente el plazo.
La Guardia Civil ya ha entregado en el juzgado el atestado completo del caso, a falta solo de algunos flecos pendientes, con la conclusión a la que han llegado los investigadores tras analizar todas las pruebas: «A las 23.30 horas del 26 de julio, Lucía Vivar fue extraviada y desapareció del entorno familiar en el que se encontraba, dado que abuelos, padres, tíos y primos cenaban, comenzando un arduo trasiego que la llevó a recorrer sola y por sus propios medios la distancia comprendida entre la estación de Pizarra y el punto 158,5, paraje conocido como Vega Malilla».
Para los agentes, «actuó inercialmente y movida con determinación por la desorientación y el miedo, soslayando a cuantas personas participaron en la batida». Los investigadores muestran su convencimiento de que, a tenor de las pruebas, la niña se recostó entre las vías, «justamente sobre el balasto (piedras) que separa ambos raíles, y fue terminal y trágicamente golpeada por el tren».
La familia ha mantenido siempre su escepticismo respecto a la teoría oficial. Tras examinar el atestado de la Guardia Civil, los padres pidieron, por medio de su abogada, Ana Belén Ordóñez, de Ley 57, una veintena de diligencias para esclarecer los aspectos que, a su juicio, quedan sin responder por la investigación.
La jueza respondió a la solicitud de los padres acordando una serie de diligencias que aún se están realizando. La magistrada ha pedido que se investigue el bote de cloroformo hallado a 700 metros de la estación de Pizarra y en la misma dirección que supuestamente siguió la niña.
También ha solicitado información a Adif y a Renfe para averiguar si alguien ordenó interrumpir el tráfico ferroviario tras la desaparición de Lucía. La jueza ha pedido a ambos organismos que «determinen quién dejó salir el primer tren de la mañana cuando aún no había aparecido la menor».
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