El exdirector del plan de conservación del pinsapo presidirá el consejo de la Sierra de las Nieves

El histórico coordinador del Plan de Recuperación del Pinsapo de la Junta se retiró de la primera línea profesional en la Delegación de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Málaga a finales del año pasado, después de toda una vida dedicada a la protección de este árbol emblemático de Andalucía. Y especialmente ligada a este entorno de alto valor ecológico, declarado Parque Nacional en 2021, que se caracteriza por sus bosques de Abies pinsapo Boiss., un abeto endémico y catalogado como especie en peligro de extinción.

Nacido en Cartagena, ingeniero de Montes por la Universidad Politécnica de Madrid y académico de mérito de la Academia Malagueña de Ciencias, inició su carrera profesional en el ámbito de la extinción de incendios forestales en Canarias. A finales de 1986 se trasladó a Málaga, a la recién creada Agencia de Medio Ambiente. Desde entonces y hasta el final de 2024, su trabajo ha estado vinculado de manera ininterrumpida al cuidado y mejora de los pinsapares de Sierra de las Nieves, Grazalema y otros puntos.

Quintanilla ha sido funcionario del Cuerpo Superior Facultativo de la Junta de Andalucía desde 1991, y en 2009 fue nombrado jefe del departamento de Actuaciones en el Medio Natural. Desde 2012 ejercía la coordinación regional del Plan de Recuperación del Pinsapo, un instrumento clave para la protección de esta especie que sólo habita en ciertas sierras de Málaga y Cádiz. «A lo largo de sus 38 años de servicio público, ha contribuido de forma decidida al avance del conocimiento científico sobre el pinsapo, colaborando en publicaciones, proyectos de investigación y trabajando estrechamente con distintas universidades», destacan desde la Junta en el anuncio de su nombramiento.

En los últimos años, el científico, malagueño de adopción, ha centrado buena parte de sus esfuerzos en desarrollar herramientas útiles para mitigar los efectos del cambio climático en los bosques de pinsapo, como un innovador modelo de análisis de incidencia solar para seleccionar las mejores zonas de reforestación para la especie, que han permitido anticipar escenarios climáticos futuros. Además, fue pionero en la puesta en marcha de actuaciones preventivas frente a incendios forestales en los montes públicos, como las primeras balsas de agua (1993) o la Red de Áreas Pasto Cortafuego (RAPCA), en 1995, en estrecha colaboración con los pastores y con la población local que habita en estas sierras.