Los Dólmenes de Antequera unen cielo y tierra en su aniversario como Patrimonio Mundial

Tras las actividades promovidas por el Ayuntamiento, el conjunto dolménico llega al ecuador de su programación bajo el título de 'MengaStones', que ofrece al menos una actividad semanal desde el solsticio de verano al equinoccio de otoño, fecha donde se tiene prevista la apertura del museo con dos exposiciones.

Así, este sábado al anochecer, se convocó al público que llenó las 200 plazas de aforo, limitadas por la pandemia. En primer lugar, el doctor en Astrofísica del Instituto de Canarias, Juan Antonio Belmonte, recordó que Menga se construyó teniendo como referencia la hoy conocida como Peña de los Enamorados; Viera al sol y El Romeral hacia El Torcal de Antequera.

El discípulo del científico Michael Hoskin (quien demostró que los monumentos megalíticos antequeranos no se alzaron teniendo al sol como referencia como la gran mayoría de Europa) se atrevió a abrir una nueva puerta de investigación: la luna como referente en una sociedad que se dejaba llevar por la astronomía. Quienes estuvieron en el conjunto observaron cómo el satélite terrestre dominaba el cosmos dibujado entre los tres puntos.

Seguidamente, la Fundación 'Alqvimia Musicae' inició la experiencia 'Cosmovisión' con la que a través de la música fue recorriendo la construcción de los tres dólmenes con un espectáculo de luces y sonido. En primer lugar, el Dolmen de Menga, orientado a la Peña de los Enamorados, relacionado con la Madre Tierra. El segundo acto fue dedicado al Dolmen de Viera, orientado a la salida del padre sol.

Y estas dos energías simbólicas, la femenina y la masculina, fecundan finalmente, en el Tholos de El Romeral, orientado al Torcal y al sol, que hoy representa toda la Humanidad. Mientras tanto, música y proyección de imágenes en forma de videomapeo sobre la fechada del museo, así como juego de luces entre el mismo edificio y conexión nocturna entre los tres monumentos.