«Las empresas están resistiendo, pero están sufriendo mucho»

–¿Cómo se está viviendo esta situación en Fedelhorce?

–Hemos tenido un incremento de casi el 40% este año, porque hemos incorporado empresas de los distritos 8 y 9 de Málaga, todo el sector industrial. Actualmente tenemos casi 700 afiliados de todo el Valle del Guadalhorce y ahora también de Campanillas y Churriana. Solo hemos perdido un 3% de asociados.

–¿Qué visión se tiene en este momento de las empresas?

–Calculamos que entre el 5% y el 10% de las empresas no van a subsistir. Hay negocios que han cerrado provisionalmente sin saber que hacer y otras que no van a volver a abrir por relevo generacional o jubilación. Aunque no lo esperábamos, las empresas están resistiendo, porque no tienen alternativas o porque han conseguido reestructurar sus negocios y mantenerse con un coste mínimo, pero están sufriendo mucho. Desde un punto de vista financiero las empresas van a acabar muy tocadas.

–¿Qué ha supuesto el cierre a las seis de la tarde?

–El sector es muy responsable, todo el mundo entiende lo que está ocurriendo y que la salud debe ser lo primero. Lo que no se entiende es la explicación que se da de todo esto. Necesitamos volver lo antes posible volvamos a una cierta normalidad. El problema es la cantidad de gente que se está quedando sin empleo y que no se le puede contratar otra vez, porque el negocio depende de un mínimo de ingresos para poder tener personal. Nos sentimos muy desamparados en todos los sentidos.

–¿Se han podido acoger a los Erte?

–Ha habido empresas que sí les ha funcionado y pudieron solucionarlo a tiempo, pero la mayoría de empresas no. Han tenido problemas para solicitarlo y no han podido aprovechar esa herramienta. Hay gente que ha tenido que hacer malabares para subsistir porque no tenían dinero ni para comprar comida, y antes tenían una buena nómina y un buen empleo.

–¿Qué sectores se han visto más perjudicados?

–El ocio , la hostelería y el comercio minorista están muy afectados. Un pueblo sin comercio está muerto, si se acaba, lo único que queda es Amazon. Vamos a tardar bastantes meses o años en volver a la situación de antes. Sin embargo, al sector agroalimentario le va mejor que nunca, y otro sector que no se ha resentido es el de la empresa auxiliar de la construcción. Ambos están funcionando muy bien.

–¿Hay algunas zonas que se hayan visto más afectadas?

–Había economías locales que funcionaban mejor y otras peor, y en esta situación ha sido igual. En ninguna de las localidades se ha podido aliviar, el mazazo ha sido generalizado. Hay ayuntamientos que están intentando hacer algo útil para ayudar a través de subvenciones o bajada de tasas, con más o menos éxito pero se les ve, hay otros que sencillamente no han hecho nada.

–¿Cómo se plantea la campaña de Navidad?

–Siempre se han hecho promociones para vender más aprovechando el consumo navideño, y en esta situación se están planteando para subsistir, pero sin grandes esperanzas como en otros años. No que haya un beneficio, sino intentar conseguir un mínimo de recursos para subsistir.

–¿Cómo apoyan al empresariado desde Fedelhorce?

–Se están desarrollando actividades, campañas y asesoramiento, nos hemos implicado en la gestión administrativa de los expedientes de subvenciones, para que todas las líneas de ayuda que están saliendo las puedan aprovechar. Nuestro gran desencanto es que a pesar de todo el trabajo que estamos haciendo, los empresarios no están recibiendo las ayudas, no están llegando. Da la impresión de que todo han sido buenas palabras y no hay nada detrás de eso. Supongo que terminarán llegando porque la administración es lenta, pero es que las ayudas las necesitas para subsistir, no para dentro de un año. Son millones de euros los que se han tramitado en ayudas de diferentes instituciones.

–¿Qué objetivos tienen para los próximos meses?

–Esto nos ha dado una lección, la tecnología es fundamental para todo, y eso nos ha hecho cambiar el concepto. La gran novedad en los próximos meses va a venir por ahí, por el tema de la innovación tecnológica. Tenemos mucha esperanza en ello. Hemos retrocedido una década en lo económico y hemos avanzado otra en lo tecnológico. Aún no hemos asumido el cambio que hay por delante. No han cerrado tantas empresas como pensábamos que podía pasar, si hay una recuperación rápida, todo lo que hemos decrecido lo podríamos recuperar en un año y medio.