Endesa perderá un siglo después los derechos sobre la presa de Montejaque, que nunca embalsó

Ha pasado un siglo y el embalse de Los Caballeros sigue en pie, perfectamente firme, pero no ha permitido producir energía porque nunca ha podido embalsar de manera estable. El suelo es calcáreo y filtra el agua. Tan sólo se producen pequeños acúmulos de reservas en invierno. En primavera y verano, los agricultores de la zona siguen trabajando un terreno de inmejorables características para dar fruto.

La construcción del pantano, según el citado texto, inundaría caminos, el Puente Romano, fincas de la Rábita Alta y la Rábita Baja, privaría de abrevar al ganado, se plantarían postes eléctricos en caminos y zonas vecinales, dañaría las arcas municipales... También se advertía del daño a las viñas y cultivos. Se advertía incluso de que era perjudicial para la salud por «emanaciones palúdicas». Hubo manifestaciones vecinales por estos y otros motivos.

El cuerpo de presa se ha convertido en un atractivo turístico. Es una zona muy visitada. Hay incluso vías ferratas para escalada. En las márgenes de la zona inundada se sigue cultivando. Y los terrenos pasarán a disposición del Ayuntamiento de la localidad serrana. Es la intención manifestada por Endesa, según se recoge en el expediente para extinguir la concesión que está en fase de alegaciones por parte de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y que ha sido consultado por SUR.

En un principio la concesión, que se remota al citado 1923, sería por un periodo de 75 años. Más o menos en ese plazo, la compañía cambio de Sevillana a Endesa. Y la actual concesionaria es Endesa Generación, que desde 2013 viene mostrando su interés en abandonar algo que nunca empezó. Es la propietaria de los terrenos del embalse, eso sí.

En su día intervino hasta el Defensor del Pueblo para que la compañía arreglase la conexión entre las dos márgenes, que quedaba anegada. Las protestas venían de la Asociación de Vecinos Caminos y Campos de Montejaque. La autoridad hidráulica también instaba a tomar medidas relacionadas con la normativa de seguridad de presas y a redactar un proyecto de puesta fuera de servicio.

En esta última década se han mantenido contactos a tres bandas entre el Ayuntamiento, la Junta y Endesa, que, lógicamente, no quiere seguir manteniendo los costes de una presa 'estéril'. «Por problemas debidos a la excesiva permeabilidad del vaso, la producción hidroeléctrica nunca llegó a realizarse, habiéndose realizado por parte del concesionario diversas actuaciones conducentes a resolver el problema que nunca dieron los resultados esperados», recoge el expediente.

En 2018 el camino de conexión entre las dos márgenes lo ejecuta, sin tener por qué, el Consistorio. La presa, además pasa a ser Bien de Interés Cultural en la modalidad de Lugar de Interés Industrial. La clave es que se quede en un estado que no dé problemas ni aguas arriba ni aguas abajo.

Otro hito histórico de esta infraestructura es que fue la primera presa bóveda de España, diseñada y calculada por un ingeniero de Basilea (Suiza) para Sevillana de Electricidad. Se construyó además en tiempo récord, en unos nueve meses por lo que debió de estar 'en servicio' en 1925. «Queda fuera de duda el tiempo transcurrido para caducar la concesión», se expone.

«La permeabilidad del vaso del embalse anula la función prevista, ya que la presa está enclavada unos meteros por encima de la sima del Hundidero del Gato, la cueva con mayor longitud de Andalucía. El escaso desarrollo de los niveles impermeables del subsuelo donde se instaló el vaso del embalse hacen que el agua infiltre hasta niveles kársticos haciendo imposible la acumulación de agua permanente», se detalla.

En cuanto a los planes de ocio y turismo, las vías ferratas (son tres) ya existían desde la construcción de la presa y fueron utilizadas para las labores de mantenimiento y supervisión de la infraestructura hidráulica. La instalación deportivo-recreativa permite disfrutar de una visión única de la garganta del Hundidero aguas abajo.

El proyecto más ambicioso de la historia de Montejaque, cuyo estudio comenzó hace más de diez años, culminará en 2025 con la creación de un Museo del Árbol en la zona conocida como los Cucaderos y la instalación de observatorios de avistamientos de aves (en el territorio anidan especies como buitre leonado, halcón peregrino, búho real, cernícalo o alimoche), más de 20 kilómetros de senderos-cicloturismo y la creación de un embalse-humedal permanente en la Isla en la Puente.