Domingo de Torres: «El Puerto Seco de Antequera va como un cohete»

–Es usted de mar y de interior, tiene puertos secos y mojados.

–Exactamente (ríe).

–¿Qué tienen para usted los puertos que le atraen tanto?

–A mí sobre todo me ha atraído siempre mucho el mar, he vivido en Málaga toda mi vida, excepto en los tiempos en que estuve haciendo la carrera (Icade) en Madrid. Cuando me casé vivía en el paseo marítimo, en los años 70, mi hija era pequeñita y me recuerda que ya decía que el Puerto de Málaga estaba desaprovechado, porque veía que, a pesar de estar metido en la ciudad, se dedicaba al orujo y al grano. Efectivamente, con el tiempo la perspectiva ha cambiado y se ha convertido en un puerto de atracción turística. Y el Puerto Seco fue fruto de una conversación que tuve un día con el entonces alcalde de Antequera, Ricardo Millán, en la que me planteó qué sería bueno para la ciudad, y yo le hablé de esto. En aquel entonces, hace 15 años, era una cosa desconocida, tuvimos que desplazarnos a Madrid y a Zaragoza, que estaba empezando, para conocer qué era exactamente. Después, la Junta pidió pilotar el plan especial, en 2009, y ahí empezó el proyecto. En 2020 nos dieron el visto bueno.

–Usted hablaba de esto hace más de 15 años, cuando nadie sabía lo que era un puerto seco, y mucho menos que fuera posible algo así en Antequera.

–Antequera ha sido siempre la gran olvidada por su centralidad, por su posición geográfica y equidistancia con todas las provincias de Andalucía. Empieza a ser algo en el momento en el que mejoran las carreteras, porque antes llegar desde Málaga era un sacrificio. El plan de carreteras, cuando empezó la democracia, le dio un gran impulso, aunque todavía está esperando a que lleguen inversiones. En el momento en que haya una chispa va a producir muchísima satisfacción económica a toda la comarca.

–¿Se considera un visionario?

–No, que va, en absoluto. No creo en la suerte, creo en el trabajo. Esto forma parte de mi trabajo, la logística, que es a lo que me he dedicado toda la vida, y por ahí me vino la inspiración. Soy un trabajador normal y corriente, me gusta trabajar mucho porque me divierte, a pesar de mis 76 años sigo trabajando, sólo que ahora elijo en qué. En vez de jubilarme elijo lo que quiero hacer.

–¿Y cuál es ese trabajo?

–Pues este que ve: invertir, crear puestos de trabajo. La plantilla total que tenemos en las distintas empresas roza las 4.000 personas, y eso para la familia es una gran satisfacción.

–Han sido muchos años de parálisis burocrática de la Junta bajo el anterior gobierno, ¿llegó a tirar la toalla en algún momento?

–No. Desesperación sí tuve en algún momento pero tirar la toalla no. Decía Mario Benedetti que lo importante no es el éxito sino las veces que te levantas del fracaso. Apoyado en esa frase, fracaso tras fracaso esperaba un minuto de éxito que es el que ha venido ahora. En ningún momento he querido tirar la toalla pero sí me entraba desesperación porque veía que se metían palos en la rueda sin necesidad, con una falta de iniciativa grande. Pero no creo que fuera intencionado sino que esta administración que tenemos en España es muy garantista y paraliza mucho los proyectos, y todo tarda más de lo que debería porque aburre a los inversores.

–Una vez aprobado, ¿cómo van los trámites?

–Van muy bien, ya ha salido a concurso la obra, la administración (la Junta) y nosotros vamos de la mano y ahora empiezan a abrirse los sobres, se mirarán las ofertas económicas, se buscará el mejor plazo y las prescripciones técnicas, y creo que para marzo tendremos ya el ganador; firmaremos el contrato en abril y como muy tarde las máquinas empezarán a trabajar a primeros de mayo.

–Y las primeras naves para cuándo estarán?

–Eso tardará un poco más, pero estamos estudiando ya dos proyectos de clientes que nos han preguntado. Con que salga uno de ellos adelante será suficiente para arrancar. El Ayuntamiento de Antequera nos ha dicho que no tenemos que esperar a terminar las obras de la fase de urbanización, que durarán un par de años, para empezar con la primera nave, por lo cual si cuaja uno de los dos proyectos que estamos negociando para octubre o noviembre empezaremos ya.

–Veo que va muy rápido.

–El Puerto Seco va como un cohete. Es que el entorno es el apropiado, y ahora mismo hay una necesidad de espacios grandes en España. Se han hecho muchos polígonos con naves pequeñas, de 500 a mil metros cuadrados, pero nosotros vamos a ofrecer naves de 40.000 y 50.000 metros, y para esto hay mucha demanda. Va a ser un parque empresarial único en Europa porque respeta mucho el medio ambiente, ya que genera su propia energía mediante sistemas eólicos, fotovoltaicos y geotermia, y si va bien producirá energía para toda la comarca. Queremos crear una distribuidora, enchufar esa energía en la red y abaratar los costes para todos los ciudadanos de Antequera. El proyecto causa sensación –y lo digo con la máxima humildad– porque es muy innovador, gracias a nuestros socios franceses (la multinacional IDEC Groupe) que están experimentados en este tipo de energía. Queremos que sea un parque empresarial modelo para toda Europa.

–Cómo se lo imagina cuando esté plenamente operativo?

–Nosotros no queremos vender suelo sino alquilar llave en mano. Esto nos dificulta de entrada convencer a los clientes, pero creo que cuando lo vean será fácil. Me imagino un polígono con naves de mucha calidad, con una energía limpia... Un polígono verde.

–Y con trenes.

–Eso va a ser muy importante, de las dos vertientes que pasan, la mediterránea y la central, espero que una de las dos esté operativa, justo ahora que como sociedad queremos cambiar a otro tipo de energía. Será un sitio extraordinario para que los camiones se carguen y vayan directos a Francia o Inglaterra por tren.

–Qué tipo de empresas se van a instalar en el Puerto Seco?

–Quiero aclarar que no sólo habrá empresas logísticas. Las habrá, lógicamente, por su centralidad en Andalucía, pero también industriales, agroalimentarias o sanitarias. Por tanto, es fácil que se instale un laboratorio farmacéutico, o de componentes para vehículos, porque estamos muy cerca de Marruecos, donde está floreciendo la industria del automóvil.

–¿Cuánto empleo se puede llegar a generar cuando esté a pleno rendimiento?

–Eso va a depender del tipo de industria que venga: si está muy robotizada serán puestos de trabajo muy técnicos, de alto nivel y poder adquisitivo. Y si son industrias logísticas y de componentes, que necesitan mucha mano de obra, será otra cifra. Pero yo calculo que de 10.000 a 12.000 puestos de trabajo es fácil que haya. Hablamos de un millón de metros cuadrados de naves, que también necesitan una industria auxiliar, de seguridad, de energía, de mantenimiento... Hablamos de una cosa muy importante.

La segunda parte de la entrevista está dedicada a la marina para megayates, para la que en breve empezarán las obras junto al Muelle Uno de Málaga. El empresario Domingo de Torres también es el presidente de la sociedad Puerto Pablo Picasso, concesionaria de este espacio.

– Me voy ahora al puerto del mar. ¿Es usted aficionado a la náutica?

–Mucho, a los 25 años tenía un barco pequeño con el que iba a pescar con mis amigos, luego me metí en la vela y cuando la edad me retiró de esta me cambié a motor. Efectivamente, soy muy aficionado. Ahora tengo mi barco en Marina del Este y cuando termine la obra del puerto de megayates lo traeré a Málaga.

–A su puerto, ¿no?

–Claro, a mi propio puerto (ríe).

–¿Cuándo veremos los grandes yates amarrados en el Puerto de Málaga?

–Lo primero es conseguir la licencia, que está pendiente del Ayuntamiento. La obra tardará alrededor de once meses. Estamos haciendo el marketing para atraer barcos, pero ahora mismo hay mucha incertidumbre, vamos en paralelo al turismo, donde todo depende de la vacunación. Este verano ya lo hemos perdido, estamos pensando en la Semana Santa del año que viene. En cualquier caso, en verano de 2022 será cuando empezarán a atracar los primeros yates. El puerto de megayates va a ser como un hotel en el mar: cuando esté lleno habrá 300 personas durmiendo, porque cada barco de 40 o 50 metros de eslora, entre pasajeros y tripulación son 10 ó 12 personas como mínimo, y eso hay que multiplicarlo por 30 atraques.

–Qué va a suponer para Málaga una instalación de este tipo?

–Va a generar mucha economía. El armador necesita salir a hacer compras, a comer, a divertirse, alquila un helicóptero o un avión, todo esto genera para Málaga una economía muy importante. Genera un empleo de calidad, de alto nivel porque los capitanes de los barcos están muy bien remunerados, al igual que el personal. Para Muelle Uno también va a tener un impacto porque vendrán tiendas de mucho lujo. No hay más que ir a puertos como el de Ibiza, donde todas son tiendas de grandes marcas y de joyería.

–Como Puerto Banús.

–Exactamente, lo que pasa es que aquí tenemos la posibilidad de recibir barcos más grandes que en Banús, y además el hecho de estar tan metido en una ciudad como Málaga, que está de moda, que encanta y que enamora, hará que este puerto tenga más éxito que Banús. Mis socios americanos, que administran más de 120 puertos en el Caribe, están enamorados del proyecto.

–Para terminar, ya que estamos en el mar, le pido que se moje: ¿corredor ferroviario central o mediterráneo?

–Para el Puerto Seco de Antequera me da exactamente igual porque al final pasarán los dos corredores. Creo que se hará primero el central porque tiene más posibilidades y necesita menor inversión económica, pero sin desdeñar que se haga también el mediterráneo.