Los Dólmenes centran el aniversario como Patrimonio Mundial en Antequera

El alcalde Manuel Barón y el concejal de Patrimonio Mundial, Juan Rosas, anuncian este viernes que como respuesta preventiva ante rebrotes en varios lugares, optan por no congregar a gente en la ciudad, pese a no sumar ahora mismo ninguna persona ingresada en el Hospital Comarcal de Antequera.

De todas formas, será el conjunto dolménico el que sí organice la celebración de su aniversario, con conciertos y festival de luces y sonido entre el miércoles 15 y el domingo 19, según comunica su director, Bartolomé Ruiz. Pese a la pandemia, se celebrará de una manera comedida con las restricciones de aforo estimadas. Todo ante un año por delante en el que se espera poder terminar la esperada obra y puesta en funcionamiento del museo dolménico, una promesa para el año 1992.

Por tanto, el cuarto aniversario comenzará el miércoles 15 de julio a las 22 horas con una sesión de «Experiencia Gurdjieff» en el interior del Dolmen de Menga a cargo de la Fundación Alqvimia Musicae con música del Próximo y Lejano Oriente con creaciones visuales proyectadas en el interior del Dolmen de Menga. Imprescindible reservar entrada ya que el aforo está limitado a 20 personas.

Al día siguiente, el jueves 16 de julio, teatro bajo el título de 'El tambor y la sal' a partir de las 21 horas en el Centro Solar Michael Hoskin. Obra de teatro interpretada por Surterráneo Teatro. Y el espectáculo de luces ysonido en el conjunto dolménico, el domingo 19 de julio a las 22 horas bajo el nombre de 'Música y luz para la cosmovisión del Sitio de los Dólmenes de Antequera', de nuevo con la colaboración de la Fundación Alqvimia Musicae.

Un acto donde se evidenciará que los Dólmenes de Antequera «son un claro y singularísimo ejemplo de la importancia de los elementos del paisaje para las sociedades de hace 6.000 años«. El Dolmen de Menga, orientado hacia la conocida Peña de los Enamorados, señala la importancia de la Tierra, «de la cual somos parte intrínseca nosotros y todo lo que nuestros sentidos llegan a alcanzar«, adelantan desde la organización.

La experiencia de música y luz para la cosmovisión «será como una banda sonora de nuestra propia historia como humanidad», con sus montañas, cielos, ríos, océanos, cuevas, terremotos, tormentas. El sol, elemento vivificante de la vida orgánica, y El Torcal de Antequera, «lugar sagrado y mágico del que habitaron nuestros ancestros«, cobrarán vida en un espectáculo de luces y sonido desde el Dolmen de Menga con proyecciones en las montañas próximas y los tres monumentos megalíticos. Habrá restricción y separación del aforo que permita el conjunto dolménico que el año pasado congregó a 2.000 personas.