Árboles de cítricos afectados por la sequía en el Guadalhorce. Sur

La desesperación de los regantes del Guadalhorce: sin previsiones para 2024 por la falta de lluvias

«Estamos muy contentos de que Málaga sea el Silicon Valley de Europa, pero la ruina va a ser solo para el campo», señalan desde Aprema

Alba Tenza

Martes, 26 de diciembre 2023, 00:28

Este año que está a punto de llegar al final ha sido muy complicado para los regantes del Valle del Guadalhorce, pero las previsiones para ... el año que viene adelantan que, si no llueve, será aún peor. La escasez del agua para el riego de sus cultivos es la principal causa por la que los agricultores están «desesperados». Tras un año hidrológico catastrófico en el que tuvieron que organizar sus riegos con el agua disponible que tenían, los regantes empezaron este nuevo año con cinco hectómetros menos que el año pasado, por lo que para el período 2023-2024 disponen solo de 20 hectómetros cúbicos para el riego de sus cultivos, la mitad de lo que solían tener en períodos normales.

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Llevan desde septiembre sin regar, ya que el agua del que disponen se destina a la época de riego durante la época estival. Las escasas lluvias del mes de octubre hicieron que los regantes no tuvieran que pedir un riego de emergencia, sin embargo, llegados a este mes de diciembre, se vieron obligados a pedirlo, pero no han podido obtenerlo. En la última comisión de la sequía, y dada la situación, se contemplaba que se reducía al 50%, 20 hectómetros cúbicos para todo el año hidrológico a toda la zona de Guadalhorce, y se dijo que se le podía dar, por emergencia, dos hectómetros cúbicos en octubre si lo pedían los agricultores.

«Piden el riego de emergencia en diciembre, y ya no se le puede dar porque, por un lado, piden en lugar de dos, tres hectómetros, lo cual es uno más. Y lo piden para plantar sus productos de invierno. Sin haber llovido, en diciembre estamos mucho peor que en octubre, la situación ha empeorado y, por lo tanto, no se le puede dar. Ahora es imposible, salvo que las condiciones de previsión de lluvia cambien, dado el ritmo de consumo de los pantanos, y teniendo en cuenta que el abastecimiento tiene prioridad», explican a SUR desde la Junta de Andalucía. En este sentido, desde la Directiva de la Asociación de Regantes de Málaga (Aprema) señalan que si sacan un cuarto decreto de sequía, la Junta tiene que encontrar una manera de que la agricultura no esté en unas condiciones tan pésimas como las de este último año.

Igualdad entre sectores

Desde la directiva de Aprema, los regantes señalan que debe haber una igualdad entre los diferentes sectores que conforman la economía de la comunidad autónoma. «Como malagueños, los agricultores estamos muy contentos de que Málaga crezca, pero no entendemos cómo la Junta no busca una solución para compensar las pérdidas en la agricultura, cuando es el mejor año para otros sectores como el de los Servicios. Estamos muy contentos de que Málaga sea el Sillicon Valley de Europa, pero la ruina y el paro va a ser solo para los autónomos y los empresarios del campo», señalan.

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En el último Comité de Sequía, celebrado en octubre, se estableció para uso agrario el volumen máximo propuesto para el año hidrológico 2023-2024 de 20 hm³ en tanto en cuanto no se alcance el estado de escasez grave. «En el caso de que se llegue a este punto, definido por una volumen total conjunto en Guadalhorce-Guadalteba, Conde de Guadalhorce y Casasola de 71 hm³, el volumen de riego para el año hidrológico 2023-2024 se limitará a un máximo de 10-15 hm³ que podrán ser revisados en función de la evolución de la situación», explican desde la Junta.

Los regantes del Guadalhorce no tienen, por tanto, previsiones para este invierno, ya que, de acuerdo con el Anexo III del Decreto 178/2021, se prohíben los riegos invernales salvo, si hubiera sido necesario, el de octubre con una dotación máxima de 2 hm³, volumen que se descontaría del total que finalmente se acuerde para el conjunto del año hidrológico 2023-2024.

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Los árboles del Guadalhorce son los más afectados por esta falta de lluvias, en diversas fincas ya han perdido el fruto y hasta los árboles más jóvenes están muriendo. «A los regantes del Guadalhorce solo nos queda mirar al cielo y esperar a que llueva», sostienen los agricultores de la zona en numerosas ocasiones ante la situación actual que atraviesa la comarca.

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