Cumplir 100 años antes que salga el Señor del Rescate en Antequera

Como si fuera el café previo a la salida de un Martes Santo, sus hijos convocaron este sábado a los más cercanos en Mar de Gloria de calle de La Tercia, donde una amplia mesa acompañaba a Pepe Ramos. Junto a él, sus hijos Juan Manuel, Nicolás y Guillermo. Sus nietos, Clara, Elena, Alicia, Guillermo y Gonzalo, y el bisnieto Ernesto. Cuatro generaciones de Ramos.

Fueron pasando por allí trabajadores de La Antequerana, empresa centenaria de mantecados donde junto a su recordada esposa Isabel Pérez llevaron el negocio familiar durante muchos años. Y también relacionados con el Señor del Rescate, del que fue uno de los promotores de la hermandad allá por 1955 junto a Julio Matas y José Montes, respaldados por el trinitario Saturnino. Fue hermano mayor de insignia hasta que dejó el martillo a la voz de su hijo Guillermo hace 25 años.

Además de la mesa íntima, pasaron por el lugar el actual alcalde de la ciudad, Manuel Barón, así como el que lo fuera, Paulino Plata. Ambos le felicitaron y destacaron ser un personaje de la historia más reciente de la ciudad. Con 100 años, se mostró cercano, conversando con quien se acercaba, con su humor y sus ganas de probar la tarta de chocolate que le habían preparado.

Y casualidades de la vida, instantes antes que su Señor del Rescate se entronizara para el Martes Santo, y 30 años después que su esposa, la recordada Isabel, falleciera precisamente el día en el que el Señor del Rescate procesionaba en Semana Santa. Imagen de la que fue camarera como luego lo fue su hija Carmen.

Centenario cofrade

Se queda un recuerdo dulce para un hombre que es historia viva del último siglo en la ciudad, en su familia, en el mundo de los mantecados y en el de las cofradías. Pensar en el Señor del Rescate es hacerlo teniendo presente a la familia Ramos-Pérez y José es uno de sus puntales.

En el cumpleaños, su hijo Nicolás le dedicó una poesía: «Tus primeros 100 años queremos celebrar, decirte con respeto todo lo que nos das. Eres un hombre bueno, del Señor del Rescate el Hermano Mayor. Y mamá desde el cielo te da su bendición, porque el amor sin fin es amor verdadero, elevado festín. Muchas felicidades te deseamos todos, amigos y familia; los de aquí, los de allí».

Acudirá hoy a La Trinidad, en su silla de ruedas, para estar cerca de su Señor del Rescate al que guarda parte de su vida con su implicación en la cofradía y estar al frente del trono cada Martes Santo hasta que las fuerzas le acompañaron.