Abuelos, padres, hermanos y maestros exclamaban esta mañana al unísono «no al cierre», en las puertas del CEIP Gerardo Fernández de Mollina. Esta se ha convertido en la nueva rutina de los usuarios del centro educativo desde el jueves pasado, cuando comenzaron a concentrarse en ... protesta por el cierre del aula específica para los niños con necesidades especiales del colegio. «La previsión de cese para el próximo curso del aula se debe al hecho de que sus dos alumnos han alcanzado la edad de tránsito al instituto, en tanto que el IES del municipio, Las Viñas, cuenta con aula específica y que, actualmente con tres alumnos está en disposición de ofrecer al alumnado procedente del CEIP los recursos necesarios para el próximo curso», aseguraba a SUR desde la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta Andalucía en Málaga. Fue esa decisión, la que llevó a madres como Alicia Pradas, a concentrarse en las puertas del centro pensando también «en los niños que vienen detrás».
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«Estamos en esta concentración para reivindicar lo que es justo, no al cierre de este aula. Esta mañana nos reuniremos con el delegado en Málaga y deseamos que se produzca un cambio de opinión, espero que sea un cambio de orientación con respecto a lo que tenemos actualmente, es de recibo que mantengamos este aula no solo para los dos niños que la utilizan ahora, sino para todos los que requerirán esta atención especial» ha asegurado el alcalde de Mollina, Eugenio Sevillano, en esta cuarta concentración. «Tenemos alumnos que en el próximo curso escolar o en los siguientes necesitarán formar parte de esta aula, y si la perdemos, habrá que desplazarse hacia otros pueblos», asegura la presidenta del AMPA del centro educativo, Carmen Nazaret Gómez.
Por su parte, Josefina Fajardo, madre de una de las alumnas con TEA que utiliza este aula, ha agradecido a todos los presentes la insistente colaboración y ha asegurado que no se van a rendir. «Nuestros niños también tienen derechos y por ello y todos los que vienen no vamos a parar», ha añadido. Su hija tiene 16 años, pero eso no supone que esté capacitada para irse al instituto, asegura su madre. En el centro hay 38 niños con necesidades especiales, de los cuales, los hijos de Pradas y Fajardo usan este aula a diario. «De los casi 40 niños que tienen apoyo, hay muchos en espera de valoración que seguramente necesitarán este aula que quieren cerrar», explica Fajardo.
Para los padres del centro, este aula es el resultado de muchos años de trabajo hasta que consiguieron el aula. «Su día a día es más fácil desde entonces, ahí se ve lo que realmente necesitan estos niños», reitera la madre de la menor. El jueves pasado, el delegado territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Miguel Briones, puso al tanto de la situación al alcalde de Mollina, explicándole que no se ha eliminado la unidad, sino que al transitar el alumnado desaparece la necesidad de mantener la oferta, según aseguran desde la Junta. «Todo ello tomando en consideración que esta es la situación de partida en la oferta educativa, sin menoscabo de que en el caso de existir al menos un dictamen de escolarización modalidad C en edad de matricularse en el colegio se procedería a mantener dicha unidad del Aula Específica», añadieron desde la delegación del gobierno autonómico en Málaga.
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