Familias como la de Lilia piden el mantenimiento del Reina Sofía como centro de educación especial. ANTONIO J. GUERRERO

«Nuestros hijos necesitan un centro de educación especial para seguir creciendo»

ANTEQUERA ·

Lilia expone su caso como el de tantas familias que temen el cierre de los centros específicos de enseñanza

Domingo, 18 de julio 2021, 00:03

Desde hace seis años, Lilia Zambrano Rojas tiene que trasladar a su hijo desde el Valle de Abdalajís a Antequera de una a dos veces al día para que reciba la educación y atención que precisa por su diagnóstico de trastorno de espectro autista ( ... TEA). Son 21 kilómetros de ida y vuelta, pero para él, lo que haga falta. «Nuestros hijos necesitan un centro de educación especial para seguir creciendo, es lo único que pedimos, que les dejen seguir donde están».

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Lilia tiene 39 años, es autónoma, trabaja en una frutería que solo abre por las mañanas mientras que su hijo está en clase, ya que por las tardes está dedicada plenamente a él. Su relación con Antequera «es todo porque es el sitio más cercano donde pueden atenderle». A los dos años y medio, le diagnosticaron TEA. Pudo estar en un colegio en su pueblo hasta Infantil, pero al pasar a Primaria empezó a trasladarse a Antequera. «No había más opciones aquí porque no había aulas específicas. Encontré primero con 7 años plaza en el Infante don Fernando y este curso, ya con 12, entró en el Reina Sofía, el único centro especializado que hay en la comarca».

Sobre las 7,30 de la mañana, «nos despertamos, desayuna, lo visto y lo recoge un monitor en un coche, ya que no puede ir en un autobús por su grado de un 88 por ciento de discapacidad, trasladándole al colegio». Por la tarde, vuelve a Antequera con sus padres a un centro privado donde sigue recibiendo terapias tres días a la semana. «Mi hijo es como todos los niños, pasa sus etapas buenas y malas. Como madre lo pasas mal cuando tiene que medicarse, pero lo necesita para seguir día a día con el TEA».

Centros de Educación Especial

En los últimos meses temen que la nueva ley educativa suprima los centros de educación especial. Agradece el esfuerzo por la inclusión, pero considera que hay niños como el suyo que precisan de un centro específico. «Lo que pedimos es que los niños con necesidades especiales tengan recursos. Además, de los 16 a los 21 años, quedan desprotegidos si no hay PTVAL (Programas de Transición a la Vida Adulta y Laboral). Ya es duro saber que desde los 21 no tienen nada; de nada me sirve tener una paga si no tienen un lugar al que acudir».

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Desea como muchas familias que sus hijos sean atendidos como hasta ahora. «Mi hijo es feliz con sus compañeros, le gusta la música, jugar, aprender. Y para el futuro sueño con que pueda tener un trabajo dentro de su capacidad, como podría ser jardinería, lo que pueda hacer tras pasar por el PTVAL».

Sabe lo complicado que lo tienen porque «es una lucha constante en casa, en clase y en sus necesidades médicas. Para nosotros el día de mañana es tan incierto... no hay nada establecido. Si no nos movemos, cuando tengan 21 años se acaba toda atención» y se quedarán solos en casa sin tener opciones de seguir desarrollándose.

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Sobre la atención en centros de educación especial, quiere transmitir que allí «son muy felices, con una comunicación continua con el profesorado que les aporta tranquilidad, una enseñanza que no la desaprovechan. No pedimos más, simplemente que quienes preparan las leyes educativas, que conozcan sus realidades y verán cómo hay que mantener los centros de educación especial».

Es la inquietud de muchas familias por la que «queremos ser felices con nuestros hijos, con lo que tenemos, solo pedimos que estemos allí, no pedimos más cosas, que nos permita soñar al menos hasta los 21 años y luego ya veremos».

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