Casarabonela impulsa la Fiesta de los Rondeles con la creación de un centro etnográfico

Como cada 12 de diciembre, la Fiesta de los Rondeles es una manifestación única en la que el fuego y los villancicos se convierten en protagonistas. Durante esta mágica noche, una procesión iluminada por antorchas y el fervor popular recorre las calles, rememorando una tradición centenaria que ha sobrevivido gracias al empeño de los vecinos y, en particular, al trabajo de la Asociación Amigos de los Rondeles. Esta entidad, que lleva años velando por el mantenimiento de la festividad, será ahora el motor del nuevo centro etnográfico.

Este proyecto, que busca potenciar el área cultural de la localidad, se encuentra enmarcado en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino Sierra de las Nieves. La iniciativa ha supuesto una inversión de 93.000 euros, que se encuentra financiado en su totalidad a través de los fondos europeos Next Generation EU. La reforma del edificio sede de la Asociación Amigos de los Rondeles lo ha transformado en un centro etnográfico que permitirá a visitantes y vecinos sumergirse en la historia y el significado de esta fiesta tan especial.

El nuevo inmueble estará distribuido en dos plantas conectadas por una serie de salas expositivas que concentrará una colección que incluye imágenes de la patrona de las fiestas, la Divina Pastora. Además contendrá un trono procesional, ropajes tradicionales, placas conmemorativas, estandartes, fotografías, carteles históricos y material audiovisual. Todo ello pretenden ofrecer una experiencia inmersiva que destaque el valor cultural y etnográfico.

Por otro lado, el nuevo centro contará con una sala de usos múltiples, que estará destinada a acoger conferencias, talleres, presentación de libros y cualquier otra actividad de ámbito cultural. Esta versatilidad busca convertir el espacio en un punto de encuentro para el aprendizaje y la divulgación, no solo de la Fiesta de los Rondeles, sino también de otras tradiciones locales.

El éxito de la Fiesta de los Rondeles y del nuevo centro etnográfico no habría sido posible sin el trabajo incansable de la Asociación Amigos de los Rondeles, que durante años ha luchado por mantener viva esta tradición. Su labor, ahora reforzada con esta infraestructura, garantiza que las futuras generaciones puedan disfrutar y comprender la riqueza cultural de esta festividad.