«Ha sido una experiencia complicada por la situación sanitaria, pero muy bonita y con mucho éxito». Daniel Vega, presidente de la asociación Eo, Eo de Alhaurín de la Torre, se embarcó el pasado mes de octubre en un proyecto humanitario que ha conseguido construir ... varias casas y reabrir un centro de menores en Laï, una ciudad de la República del Chad. Ahora, tras varios meses de trabajo intenso, regresa a España con la «satisfacción» de poder haber ayudado a los habitantes de la zona.
El proyecto más significativo es la reapertura de un centro de menores para niños en riesgo de exclusión social, que llevaba funcionando diez años con la ayuda de Cáritas España, pero fue cerrado en marzo a causa de la pandemia. Las puertas de este espacio pudieron reabrir en noviembre después de varias semanas de intensa labor por parte de Vega y el resto de voluntarios. Ahora, los jóvenes huérfanos de la zona pueden disfrutar de actividades y recursos básicos en su día a día, además de una protección garantizada. «Hemos rescatado a 50 niños que ahora están siendo atendidos en este centro», destaca el presidente de Eo, Eo.
Una vez reabierto el centro, los voluntarios seguían dispuestos a más. «Hemos podido realizar muchas cosas gracias a donaciones anónimas de toda España», explica Vega, que tras pedir donaciones por redes sociales consiguió recaudar hasta 1.900 euros.
Todo comenzó a través de 'WhatsApp' y Facebook, canales habituales de comunicación en la asociación alhaurina, donde el propio voluntario explicaba la situación acompañada de algunas fotografías, en las que se podía ver el mal estado en el que se encontraban algunas casas. «La primera petición era recaudar fondos para el arreglo de una casa que había quedado destruida por las lluvias. El objetivo era conseguir 600 euros, y finalmente se recaudó mucho más», recuerda Vega.
Gracias a los casi 2.000 euros recaudados se han podido reconstruir tres casas a menores huérfanos y sin recursos, becar a dos jóvenes para que continúen con sus estudios o apoyar el taller de costura del centro educativo de menores huérfanos, según explica el voluntario, que participó en todas las iniciativas.
Asimismo, se ha conseguido comprar una bicicleta a un joven para que pudiera desplazarse a estudiar y trabajar o proveer de alimentos a dos jóvenes durante dos meses mientras encontraban un empleo. «También hemos podido comprar enseres básicos para dos viviendas de la zona, como camas o menaje de cocina», afirma Vega.
Todos estos proyectos han sido realizado de forma gratuita a los beneficiarios y se han invertido todos los recursos económicos procedentes del llamamiento que Daniel Vega realizó, y que propició la llegada de más de una treintena de aportaciones de personas tanto de Alhaurín de la Torre como del resto de Málaga y Andalucía y varios puntos de España, según destaca.
Tras volver a Alhaurín, el presidente de Eo, Eo recuerda la experiencia como «gratificante» y agradece la colaboración de distintos organismos y entidades, como Misioneros de la Esperanza, que se han hecho cargo de su sustento alimenticio, la Diócesis de la región y su obispo Nicolás, «que ha estado atento en todo momento a la seguridad y desarrollo de las actividades», y la ONG Cáritas Laï, «que se ha hecho responsable del proyecto y ha confiado en la labor de Eo, Eo y en los trabajadores del centro».
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