El arte de la alhaurina Sheila Cañestro hace parada en casa tras un periplo desde Calcuta a Lisboa

La selección que puede contemplarse en la pinacoteca alhaurina está formada por 18 obras, con predominio del gran formato. Los cuadros están elaborados con acrílico y pigmento sobre lienzo, con la particularidad de que ella misma confecciona su pintura, a partir de pigmento en polvo y acetato de polivinilo, en la búsqueda de un acabado tonal más profundo y vivo, que, confiesa, le apasiona.

El montaje es deudor de los dos anteriores. Son 'En las afueras del paraíso. El camino', cuando expuso por primera vez, en el Espaço Cultural Mercês, en Lisboa, y 'En las afueras del paraíso. El deseo», en la Facultad de Bellas Artes lisboeta. En los dos casos, el punto de partida era el texto 'La penúltima bondad' (2018) de Josep Maria Esquirol, donde el autor reflexiona sobre la fragilidad humana frente a la intemperie, el desierto y las afueras. A partir de ahí, con creaciones inéditas y otras que se cambian de contexto, llega el montaje alhaurino, que viajará a otras salas y que, explica Cañestro, «tiene como base la ambigüedad, como parte del juego entre lo que se ve y lo que se oculta, entre la figuración y la abstracción, entre la realidad y la ficción o entre la luz y la sombra». «En ese discurso supuestamente contradictorio, emerge una densa narratividad que se apoya en los aspectos sensuales de la materia y que invita al espectador a reconciliarse con su propia corporalidad y vulnerabilidad», añade.

Cañestro es una artista influenciada por la pintura del Romanticismo de finales del siglo XVIII y del siglo XIX, sobre todo, el paisajismo. Para la elaboración previa de los cuadros, trabaja sobre fotografías propias o encontradas en Internet, una imágenes que luego altera visualmente, aunque siempre a partir del blanco y negro, que le sirve de boceto. La obra de esta doctora en Bellas Artes, becada para producción artística por la Fundación Peter y Waltraud Betsch, lo que le ha abierto la puerta a este proyecto expositivo en Málaga, puede verse, en la Finca Municipal El Portón', hasta el próximo 17 de mayo.