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Siguen sin creérselo. Cuando tendrían que estar contemplando la zona mágica de Stonehenge, permanecen en Antequera donde habían preparado con mucha ilusión su viaje de fin de curso a Inglaterra. Las 38 personas afectadas por una presunta estafa lo tienen claro: «Nosotros lo que pedimos, ... en las circunstancias en las que estamos, que devuelva el dinero, y que esta mujer no vuelva a trabajar más como agencia de viaje, que no vuelva a estafar a nadie más». Así manifiestan Raquel Casco y el médico jubilado José Melero, en nombre de sus compañeros.
Este lunes 22 tendrían que haber iniciado su viaje a Inglaterra, tras contratarlo con una agencia de viajes de Torre del Mar, a la que le pagaron entre todos 26.975 euros para un viaje que no llegaron a realizar al no llegarle la documentación previa. Tras la denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional de Antequera, ya trabajan en el caso la de Veléz Málaga, según el gabinete de prensa de Málaga.
Ante la sede del Plan de inglés del CEPER (Centro y Secciones de Educación Permanente) Ignacio de Toledo en la calle del Plato, se mostraban tajantes: «No podemos jugar con la ilusión de la gente», había compañeros que «era la primera vez que viajaban, que se iban a subir a un avión. Esto, alguien, lo tiene que restituir».
Contactando con el teléfono que aparece en la web de la supuesta agencia, inicialmente argumenta la persona denunciada: «Estoy a espera de una intervención quirúrgica». Y al exponerle la denuncia del grupo, responde: «Yo he sido también engañada, confié en una mayorista y éste no ha realizado su trabajo, se va a restablecer el dinero en un plazo inmediato».
Solución inmediata
Los alumnos quieren una solución. Era «un viaje fin de curso y practicar todo lo que hemos aprendido durante el año». Por la tarde «llegábamos a Oxford, hacíamos un recorrido, luego teníamos excursiones programadas como a Stonehenge, al día siguiente a Windsor, el jueves el día completo en Londres y el viernes por la mañana en Oxford».
Cada alumno había pagado a plazos entre 700 y 800 euros, dependiendo de si la habitación era individual o doble, y la facturación de maleta. «Nos decían que tenéis que ingresar un dinero, y se hacía por transferencia y bizum con un resguardo que nos quedábamos». Todo era directamente a la cuenta de la agencia.
«Se suponía que volábamos el lunes por la mañana», pero «el checking no estaba hecho el domingo». Una profesora contactó con la compañía y comprobó que existía el vuelo, pero no estábamos registrados» así como tampoco en el hotel. Algo pasaba. El domingo a mediodía «a las 2 menos 15, el director del centro nos envía un mensaje con lo ocurrido como una presenta estafa». Y ahora esperan la solución.
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