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Esta vez es diferente. Acceder por la parte alta de la calle Real es parecido a ir adentrándose poco a poco en una feria de día. Sobran los lunares y no falta nada. Cada detalle está medido. Mientras la calle se va transformando en una ... alfombra blanca, grandes telares hacen de techo aireado al tiempo que conforman la bandera malagueña. No hay duda alguna que el arte viene de raíz. A cada lado, cientos de vecinos de Alhaurín el Grande ya tienen la vista preparada para apreciar cada pormenor. En pleno día primaveral, los sombreros de paja se alternan con los abanicos de quienes ya se han quitado la chaqueta y los organizadores ya están quitando el plástico, por lo que el blanco reluce más aún. Alhaurín ya se ha puesto el traje.
Ella aún no lo sabe, pero el reconocimiento que este año Alhaurín Flamenca entrega lleva su nombre. Que el pueblo se viste de flamenco no es una casualidad, pues fue hace unaño cuando surgió esta iniciativa para promocionar la moda local y destacar la importancia de las tradiciones andaluzas en el mundo de la moda. Teressa Ninú tiene claro lo que identifica su marca, además de ese apellido inventado a partir de las iniciales de sus hijos. «A mí me identifican las transparencias, los encajes, los vestidos muy sensuales que queden femeninos y que hagan que la mujer se sienta muy guapa», sostiene la diseñadora, quien tiene su taller en Torre del Mar de seis mujeres, contando con ella. Para esta ocasión, ha elegido diez trajes de flamenca de colores negro, ojo y morado, además de uno blanco de novia.
El diseño de los trajes que Ninú presenta en esta pasarela blanca forman parte de un trabajo a contrarreloj. «Con las ferias de Sevilla, Córdoba y Jerez, he vendido muchos, por lo que tuve que ponerme a hacer más a última hora, de lunes a domingo y hasta las tres de la madrugada», señala la diseñadora. Actualmente, se dedica exclusivamente al diseño de trajes para mujeres, sin embargo, pronto presentará una nueva colección de trajes de comunión aflamencados para las más pequeñas, según adelanta a SUR minutos antes de que comience el desfile.
Junto a Ninú, Pepe Canela está pendiente de que el engominado de uno de sus modelos sea el adecuado para el traje que este va a llevar. Nació en Zaragoza, pero hace 15 años desde que se siente malagueño, según cuenta el diseñador que tiene su taller en Torremolinos. Para Canela, es un honor volver a asistir a este evento, esta vez siendo la segunda edición. Se dedica al diseño de vestidos de fiesta y novia, así como a trajes para hombres, por lo que es el único diseñador que trae dos modelos chicos. Saliéndose del traje de flamenca convencional, su seña de identidad se refuerza en coger el estilo flamenco como una inspiración «para todas esas veces que quieres ir a la feria pero no te apetece ir con un traje pesado», explica.
Las modelos llegan al punto de encuentro sin saber qué van a vestir ese día, ya que los diseñadores son los encargados de elegir qué prenda va con cada una de ellas. «Siempre traigo las tallas 38 y 40 de media porque aunque hay chicas jóvenes que quizás no lleguen a esa talla, prefiero coger un alfiler a que les quede demasiado estrecho, pero en julio vamos a hacer un desfile con todo tipo de tallas y de diferentes edades porque es importante que todas las mujeres se puedan ver representadas», apunta el diseñador.
Por su parte, los maquilladores y peluqueros de Antonio Eloy fueron los encargados de preparar a los modelos desde primera hora. «Nosotros recibimos una foto de referencia y cuando llegamos aquí vamos maquillándolos y peinándolos según el patrón que nos han dicho que debemos seguir, pero todas las mujeres tienen que ir con el pelo recogido en un moño y los dos chicos con un bigote dibujado», detalla una de las maquilladoras mientras espolvorea el colorete en el rostro de una de las modelos con una bata negra.
Y tras varias horas de espera donde no han faltado expositores, reencuentros entre los vecinos y música, se hizo la función. No hizo falta que se encendieran las luces porque el mediodía avisaba con un sol primaveral que sacaba las gafas de sol de cualquier bolsillo. En un impulso de crear una visión única sobre la industria textil y apoyar el talento malagueño, así como a los diseñadores emergentes, dio comienzo la segunda edición de Alhaurín Flamenca con el ritmo de 'Embrujao por tu querer' de Miguel Poveda y los trajes de Susana Zamora. A la firma de la diseñadora adherida a la marca promocional Málaga de Moda bajo el lema 'Talento Original', le siguieron los diseños de Academia Isabel Cazorla yla firma Inrydelo de Inma de la Riva, junto al desfile de las firmas locales, Maribel Manzanares y Joseph Daniel.
Entre volantes, patrones y elegancia, Ninú se llevó los últimos aplausos con el desfile de diez de sus trajes, así como un reconocimiento y un ramo de flores, entregados por el alcalde de Alhaurín el Grande, Anthony Bermúdez; la diputada de Desarrollo Económico Sostenible, Esperanza González; la concejala de Desarrollo Económico del municipio, Macarena Herrera y el organizador de Héqate Producciones, Tony Morales del evento, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, NuevaModa Producciones, Antonio Eloy Escuela Profesional, Panadería Carnero, Coca Cola, Guadalsegur, Restaurante 'El Lugá', Cerámicas y Viveros la Vega y Plaza Benítez Asesores.
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