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Quienes visiten el recinto amurallado se van a encontrar con una alta escalera provisional para acceder al interior de la alcazaba, ya que la construcción de un ascensor impide usar la puerta de entrada. En ella se podrá contemplar la parte alta de la ciudad ... desde un provisional mirador que surge.
El alcalde Manuel Barón explica que este acceso provisional mantiene abierto el monumento mientras que se facilita la obra accesible. Una mejora que conseguirá, siete siglos después, que las personas que lo visitan no tengan que usar escaleras.
Por su parte, el concejal de Patrimonio Histórico, José Medina Galeote, amplía: «No podíamos dejar un recinto como es la Colegiata y la Alcazaba, desprovisto de un acceso», mientras se desarrollan las mejoras.
Además, se trata de la época donde «más gente nos visita y no íbamos a tener la alcazaba cerrada ni un día. Se ha conseguido llegar a tiempo, esperamos que la obra siga su curso y termine en tiempo y forma», destaca la teniente de alcalde de Turismo, Ana Cebrián.
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