Iván Gelibter
Lunes, 5 de diciembre 2016, 00:13
Antonio Luque no habla de oídas. Vive «de toda la vida» en Doña Ana, el pequeño núcleo poblacional de Cártama que ayer se llevó la peor parte de las inundaciones. Además de ser vecino histórico, Luque es el presidente la Peña Flamenca de la barriada, un lugar que en el día de ayer quedó prácticamente anegado, ya que el agua entró con fuerza. Pese a salvar cree la mesa de sonido, este vecino mira con amargura los próximos días. «Esto no se inundaba así desde el año 89, y ahora nos toca limpiar durante varios días, pero siempre con el miedo en el cuerpo de que una nueva riada se lo lleve todo, porque ahora la tierra está mojada y no acepta más agua», señala Luque, que además de su negocio también tuvo que lamentar daños en su casa. «Mi madre tiene 80 años y la hemos tenido que subir a la planta de arriba porque no podíamos sacarla», lamentaba ayer.
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