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MANUEL GUERRERO
Sábado, 14 de mayo 2016, 14:57
Julio Salom vivirá sus primeros 101 Kilómetros en Ronda como coronel jefe del Tercio Alejandro Farnesio, IV de la Legión. Ostenta esta responsabilidad desde diciembre de 2014, pero en la edición del pasado año fue el gran ausente de la prueba, ya que capitaneaba el contingente del Ejército español desplegado en Irak.
Ha realizado los 101 en cuatro ediciones, todas ellas como marchador, por lo que a pesar de su relativamente corto periplo todavía en la Ciudad del Tajo conoce al dedillo el recorrido y los entresijos de la cita deportiva más esperada del año en la Serranía. Afable, cercano y humilde, el coronel Salom representa a la perfección la total integración de la Legión con la sociedad local.
-¿Dónde se encuentra el secreto del prestigio que mantienen los 101 Kilómetros?
-Hay tres ingredientes fundamentales. Uno de ellos es el entorno. La Serranía de Ronda es una maravilla. La gente piensa en Málaga y la Costa del Sol, pero hay que conocer nuestros valles y paisajes, el soporte físico con el que contamos. También el público, que se vuelca en todo el recorrido. Y por último, y aunque aquí pueda no ser objetivo, la organización de la Legión, el cariño legionario en momentos complicados para los corredores. El éxito está en la combinación de todo.
-¿Esperaban conseguir este alcance cuando en 1995 se puso en marcha esta cita deportiva?
-Para nada. Nadie se imaginaba que pudiésemos tener este alcance. La primera edición se realizó en 1995 entre Ronda y Marbella y participaron 400 legionarios. Salió bien la primera experiencia en lo que se llamó 'La Legión contra la droga'. En aquellos tiempos la droga era una lacra y queríamos aportar nuestro granito de arena. Además, pretendíamos rememorar la famosa hazaña de la Legión en 1921 de ir a la estación de Tetuán desde el zoco del Arbaa para reforzar Melilla tras el 'Desastre de Annual'. Creo que elegimos bien el momento de empezar y que hemos logrado contar con una prueba tan consolidada, que tiene nombre propio. Hay muchas carreras de ultrafondo y los 101.
-¿Ha sido muy complicado el proceso organizativo por las tropas desplegadas en Líbano?
-Es difícil. Hay un soporte importante, el teniente coronel Rafael Vida o el comandante Gutiérrez, con mucha experiencia y muchos 101, que no están. Pero han dejado un trabajo de relevos buenísimo. Aunque hemos tenido que meter el hombro, sobre todo Javier Mackinlay (nuevo director técnico de la prueba). Los 101 han desbordado nuestras capacidades y todo se complica con 225 legionarios menos, algunos en puestos clave, por lo que hemos tenido que apretarnos. También tenemos que agradecer el apoyo de la Brigada de la Legión.
-El año pasado por estas fechas se sopesó incluso suspender la prueba.
-Un poco más de un tercio de nuestros efectivos están en Líbano y se planteó retrasarla a octubre, anularla o hacerla solo con marchadores o ciclistas. No se podía retrasar porque los calendarios de ultrafondo están muy ajustados. Quitarla era romper el ritmo de entrenamiento de mucha gente o, lo que es peor, que los participantes se decantaran por otros lugares. Y hacer solamente marchadores o ciclistas tampoco nos convencía. Le echamos valor y aquí estamos.
-¿Han recibido muchas críticas por suprimir la modalidad de duatlón?
-Sí. Y pido perdón a los duatletas porque los que realizamos la prueba en la modalidad de marcha tendemos a 'despreciar' lo que no hacemos nosotros. Duatlón es una disciplina difícil y las transiciones nos complican mucho las tareas organizativas, pero a cambio hemos podido ampliar el número de marchadores. Era imposible asumir las tres modalidades, las cuentas no salían. Detrás de bastidores hay mucha tramoya.
-En esta XIX edición de los 101 contaremos con récord histórico de participantes.
-Como marchador he sufrido en primera persona darle a la tecla y en unos segundos comprobar que era el dos mil y pico en lista de espera. Hay que intentar abrir lo que podamos y si este año vemos que ningún avituallamiento se queda corto y podemos sobrellevarlo bien, no bajaremos ya de esta cifra en ediciones venideras.
-Para un deportista que afronta los últimos kilómetros completamente destrozado, ¿es tan importante el buen trato de los legionarios como parece desde fuera?
-Se ve fácilmente el legionario que conoce la prueba y el que no. Hay que transmitir cariño cuando un marchador lleva 80 kilómetros o a un ciclista se le sale la cadena y está atascado. Y si lo tienes que quitar de la carrera por lo que sea, hay que hacerlo con mucho arte.
-¿Qué momento de su experiencia en los 101 fue especialmente emotivo?
-En 2014 conocí a una chica a la que llamé 'el ángel de la guarda'. En Alcalá del Valle hay una cuesta de hormigón muy vertical. Arriba me dieron calambres y estaba bloqueado. Paré y me dio una especie de gel y en diez minutos resucité. Y bajando a Setenil volví a encontrármela estirándole los gemelos a un chaval que lo estaba pasando mal. Luego, en Ronda, la vi atendiendo a otro que se había mareado, ayudándole a tomarse la sopa. Y llegando a la Alameda estaba justo detrás de mí y le dije que entrase antes, porque dio un tremendo ejemplo. Son situaciones que se aprecian sobre todo en participantes que no pelean por marcas, sino que completan el recorrido en 18 o 20 horas.
-¿Qué lugares del recorrido destacaría?
-Tengo varios momentos mágicos. El puente de la Ventilla, donde se cruzan ciclistas y marchadores; Setenil, el Puente Nuevo desde la calzada, la entrada de los últimos corredores en la Alameda del Tajo, el paso por la ermita de Montejaque, la salida desde la Ciudad Deportiva, la calle La Bola y desde el año pasado el paso por la plaza de toros.
-La principal novedad de cara a este año será el 'Proyecto Rapaz'.
-La Dirección General de Armamento y Material ha adquirido aviones no tripulados para obtener imágenes diurnas y nocturnas. Han elegido los 101 para probar sobre el terreno y los pilotarán distintas unidades con el objetivo de poder dar la información más completa posible para el seguimiento de la carrera. Una operación de mando y control muy ambiciosa, experimental este año y que facilitará la labor de los medios de comunicación. Será un examen para nosotros.
-La prueba supone, además, un importante impulso para la economía de la zona.
-Es una prueba que se vive muy en familia. Hay gente que alquila casa rural y se queda varios días. Estimamos que llegan alrededor de 20.000 personas y que la mayoría de marchadores pasa, al menos, una noche en la comarca.
-¿Cuántas personas participarán en las tareas logísticas?
-Toda la fuerza en revista en Ronda, casi 600 personas y unos 200 que llegarán desde Almería. Además, voluntarios, fisios, podólogos, efectivos de Protección Civil o la Guardia Civil... Superamos las mil personas. Y no hay nadie ocioso, los que están en la salida van a meta y los que van a un control se desplazan luego a otro. Muchos están las 24 horas.
-¿Cómo puede afectar el barro y la temperatura al desarrollo de la prueba?
-Llevamos varios años con carreras de calor. Será totalmente distinta. Con altas temperaturas los marchadores pueden ir más libres de equipo. La noche será fresca y suele haber muchas hipotermias porque van justos de fuerzas y esos parones y marcha lenta te dejan frío.
-¿Le sorprendió la movilización social tras el anuncio de cambiar la meta al barrio de San Francisco?
-Nos sorprendió la repercusión que alcanzó el tema. Tengo que romper una lanza por los vecinos del barrio de San Francisco, que se ofrecieron cuando supieron que teníamos problemas por las obras de la Alameda para instalar la meta allí. Tienen un entorno precioso y la llegada subiendo por el Campillo era una maravilla. El Barrio se vuelca, así que cuando sean sus fiestas iremos a acompañarlos en desagravio.
-¿Cómo se viven los momentos previos a la prueba desde el punto de vista del participante?
-Hay muchos nervios. La gente en Facebook hace muchas preguntas de última hora, tienen muchas dudas. Hay varios consejos fundamentales: no improvisar, no hacer nada nuevo que no hayas hecho en los meses anteriores, no comer lo que no has comido nunca, no experimentar con geles que pueden descomponerte el vientre... No se debe hacer nada que no hayas hecho antes. Tienes que hacer la prueba tal y como hayas entrenado y no hacer caso a las leyendas ni dejarte llevar por las conversaciones de última hora. Los avituallamientos están puestos donde están por algo, todo está calculado. La prueba está diseñada para que un corredor no tenga que llevar ningún tipo de soporte.
-¿Quiénes pueden ser los participantes a tener en cuenta?
-Tendremos un duelo muy esperado entre dos marchadores que han completado el Marathon des Sables y han ganado los 101: Miquel Capó y Juanma Cortés. También estará Joan Marc Falcó, segundo el año pasado. Y contaremos con el aliciente de ver de nuevo a Súper Paco a sus 78 años, un teniente que ha participado en 18 ediciones, o la presencia de Pilar Agudo en marcha femenina.
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