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Javier Lara
Martes, 3 de mayo 2016, 00:27
Knitted knockers. Traducido al español sería algo como pechos de punto y es la denominación de una corriente de ámbito internacional de creación de prótesis de pecho externas para mujeres que han sufrido cáncer de mama. Las realizan voluntarias de forma gratuita y una mujer británica residente en Mollina se está encargando de impulsarlas. «Es muy ligero, se adapta bien, yo compro la lana que necesito y el relleno de algodón», explica Margaret, que ya se ha encargado de la creación totalmente manual de 40 unidades de las que se han beneficiado otras tantas mujeres.
«Es el pecho de la mama para las mujeres que han perdido el pecho por el cáncer y que no tienen recursos para otra prótesis, aunque podemos decir que tiene muchas ventajas, ya que no necesita ningún tipo de intervención y se adapta bien», explica Margaret, que también hace uso del knitted knockers. Las prótesis se están difundiendo a través de una página web (http://www.knittedknockers.org/) y en la comarca de Antequera es habitual verlas en mercadillos en los que un grupo de mujeres británicas exhiben sus productos hechos a mano.
«Las prótesis de mama tradicionales suelen ser caras, pesadas, sudorosas e incómodas», explican. Esta prótesis de mama artesana no tiene los inconvenientes de otros materiales: «Por lo general requieren sujetadores especiales o camisolas con bolsillos y no pueden ser usados durante semanas después de la cirugía, en el caso de la prótesis de punto, es suave, cómoda, bonita y cuando se coloca en un sujetador normal toma la forma y la sensación de un pecho real». Por ello hay ya tejedoras voluntarias que empiezan a proporcionar en todo el mundo estas prótesis de forma gratuita para quienes lo soliciten. En concreto, en el sitio web se puede incluso conseguir los patrones de punto y ganchillo o solicitarse en el tamaño y color que se quiera, proporcionando una guía sobre cómo iniciar un propio grupo de punto. Se pretende que se genere una corriente de retroalimentación comunitaria que no obstante, no goza de mucha simpatía por parte de la industria que fabrica las prótesis médicas. Eso sí, en Estados Unidos ya han conseguido asociarse con medio centenar de clínicas médicas y centros de imagen donde ofrecen este recurso a sus pacientes, ya sea como alternativa temporal o permanente, con la ventaja de que no requiere accesorios especiales.
La elaboración de estas knitted knockers es una actividad más a nivel solidario que la colonia británica de los pueblos del interior de la comarca realiza y en concreto en Mollina y su entorno donde hay una comunidad de cerca de 2.000 extranjeros que reside en su mayoría en varios parques de casas móviles.
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