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Javier Lara
Domingo, 24 de abril 2016, 18:42
Fiestas hay muchas, pero en el Día de la Haba de Villanueva de la Concepción coinciden varios atractivos que no se dan en otros lugares. Las calles a pies de la sierra de El Torcal despiertan regadas de romero fresco cortado de los jardines de un pueblo cargado siempre de romanticismo con su ruta del amor y todo para enaltecer a uno de los productos más humildes de la huerta, la haba, este año menos abundante por las condiciones meteorológicas, pero que ha estado presente en una fiesta que ha superado sus expectativas de visitas en una jornada de sol y calor. La previsión en esta Fiesta de Singularidad Turística Provincial era acoger a 3.000 personas, pero apenas se podía caminar por las calles donde se ubicaba la feria de productos autóctonos y artesanía, todos los bares del entorno de la plaza estaban llenos, de ahí que se pueda hablar de unas cifras incluso mayores.
El año pasado tuvimos un día muy lluvioso y este año muy caluroso, hay mucha gente, la afluencia está siendo masiva por las calles aledañas a la plaza de Andalucía, se dan una vuelta por los stands y se les ve dispuestos a disfrutar de una tarde agradable, ha explicado el alcalde de Villanueva de la Concepción, Gonzalo Sánchez.
Aparte de la fiesta, el visitante disfruta de puestos con repostería, chacinas, artesanía, manualidades, junto a la música de verdiales. También se puede visitar la ruta romántica con los diez espacios habilitados, el monumento al verdialero, la ruta mozárabe de Santiago, El Torcal o hacer la ruta de senderismo con los puentes históricos, ha indicado el regidor.
Sin embargo, la baja producción de habas ha modificado finalmente las degustaciones de la fiesta y no se ha cocinado la tortilla de habas, aunque se han repartido platos de porra con habas crudas para acompañar. Se dan las vainas de haba y la gente las desgrana para echárselas a la porra, ha explicado Gonzalo Sánchez, que reconoce que su plato favorito de hablas es en cazuela como la hace mi madre.
Carmen Córdoba es una de las cocineras que se encarga además del reparto de las habas: Les damos un platito de porra y unas cuantas de habas, están cogidas de ayer, fresquitas, no hay muchas, pero hemos juntado para toda la gente que ha venido.
Miguel Torrecilla ha montado un puesto con el producto de su huerta. Tenemos un puñado de espárragos que yo mismo crío, un puñado de habas, un puñado de huevos de mis gallinas, ha explicado.
Por su parte, María Dolores Jiménez atendía un stand de artículos de artesanía. Tenemos las manualidades de los cursillos que hemos hecho en los talleres de la tercera edad patrocinados por la Diputación, son muchos años y muchas horas de trabajo, desde tejas pintadas a platos o tarros y botellitas, casi todo reciclado, ha indicado Jiménez.
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