Mantequerías Arias prevé el despido del 60 por ciento de la plantilla de su fábrica en Ronda

Triste noticia para la economía rondeña y para su tejido empresarial. A los negocios que han echado el cierre en los últimos años y a los que han despedido a empleados y sobreviven a duras penas se suman ahora las consecuencias de la crisis económicas en Mantequerías Arias. La firma baraja el despido de alrededor del 60 por ciento de la plantilla de la fábrica que mantiene en Ronda ante las pérdidas que viene registrando la compañía con sede central en Madrid y centros de producción en Albacete, Valladolid, Vegalencia y Burgos, además de en la ciudad del Tajo donde las instalaciones seguirán funcionando aunque afrontarán una reorganización en su actividad, enfocada, tal y como informaron desde la empresa, a la elaboración de productos industriales para exportación.

En términos de empleo, explicaron que la fábrica de Ronda cuenta con alrededor de 70 empleados y que «sobran unos 40». El director general de Mantequerías Arias, Javier Roza, dijo ayer que los cambios organizativos «implican una importante reducción de empleo» y «que es una decisión dolorosa, que hemos estado tratando de evitar con diferentes medidas desde hace más de diez años, pero la actual coyuntura no ha hecho más que intensificar una situación ya muy difícil. Es responsabilidad de la empresa buscar soluciones que aseguren el futuro y la viabilidad de todas sus plantas», expresó.

Traslados y prejubilaciones

A partir de ahora se iniciarán las negociaciones con los trabajadores. Se barajan despidos pero la empresa ofrecerá «múltiples alternativas» como traslados a otras fábricas y prejubilaciones. «Las líneas de producción necesitarán menos manos de obra», continuaron. «La empresa está abierta al diálogo», afirmaron, puesto que la intención es asegurar el futuro de la planta en Ronda.

Hasta ahora, la fábrica rondeña se ha dedicado a la elaboración de queso fresco, queso tipo feta, rulo de cabra y cuajadas, «que ya ocupan el 75% de la producción». Estas últimas, con otras elaboraciones industriales, sí encerrarían potencial en mercados exteriores como Francia y EEUU, pero en lo que se refiere al resto de las líneas, no. En el caso del queso fresco, cuya producción será trasladada a Burgos, solo se utilizaba en Ronda el 25% de la capacidad productiva y el queso se enviaba a Burgos para finalizar el proceso antes de salir al mercado. «Se generan duplicidades de costes e ineficiencias porque todo el queso fresco que se produce en Ronda es empaquetado y enviado a Burgos para un último tratamiento antes de su venta», argumentaron.

Igualmente, en el apartado del queso feta, Mantequerías Arias justificó que sus ventas solo representan el 0,2 por ciento y que la pérdidas han alcanzado hasta el 25 por ciento en 2014 si se pone la atención en el rulo de cabra, ante la bajada en el número de clientes tanto nacionales como internacionales.