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Mar García
Sábado, 20 de junio 2015, 00:37
Ha pasado una década desde que las máquinas tuneladoras del AVE perforaran el acuífero del Valle de Abdalajís desabasteciendo de agua a todo un pueblo entero. Desde entonces, el Ayuntamiento no ha cesado de pedir la creación de un nuevo pozo y de una tubería que lleve el agua hasta el municipio. Ahora, casi diez años después, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) vuelve a retrasar las obras solicitando al Ayuntamiento un informe de Medioambiente.
Esta petición, solicitada hace mes y medio, ha enardecido al alcalde del municipio, Víctor Castillo, quien recuerda que Adif «no pidió ningún impacto medioambiental para realizar el túnel para las obras de la línea de Alta Velocidad y ahora para una simple tubería nos pide un informe medioambiental que solucionaría los problemas de abastecimiento». No obstante, Castillo reconoció que «la tubería pasaría por el paraje natural del Valle de Abdalajís pero iría por el borde del camino y no tendría impacto medioambiental, recordemos que estamos hablando de llevar agua a un municipio entero», con más de 2.700 habitantes.
Nuevas manifestaciones
Precisamente, esta tubería junto a las obras de los Pozos Altos, fue una de las medidas compensatorias exigidas por el Ayuntamiento tras la rotura del acuífero, lo que garantizaría de por vida el abastecimiento de agua en la localidad. Esta obra, que tendría un coste de un millón de euros, consiste en la conducción de agua a través de tuberías en un trazado de cinco kilómetros y la bomba de agua, ya que los sondeos ya están hechos.
Esta situación comienza a cansar al primer edil, quien amenaza con nuevas manifestaciones si en el plazo de dos meses no hay una solución firme. «Nos volveremos a encerrar en el Ayuntamiento, volveremos a ponernos en huelga de hambre y haremos cuanto haga falta para que de una vez por todas se arregle el problema que ellos causaron», declaró Castillo, quien apuntó que el Gobierno central le prometió que las obras quedarían resueltas antes de las elecciones municipales.
Asimismo, el regidor manifestó su pesar ya que este verano, durante los meses de julio y agosto, volverán a realizar cortes de agua previsiblemente en horario nocturno. No obstante, el regidor afirmó que actualmente, y a pesar de la sequía durante la primavera, los pozos se encuentran en un 70 por ciento de su capacidad, algo «sorprendente porque por estas fechas siempre están al 50 por ciento», hecho que intuye a la concienciación vecinal por el bien escaso que tienen.
En este sentido, Castillo explicó que cada año les ha suministrado el agua la empresa pública Tragsa y que el gasto cada verano «es brutal» ya que asciende a los 200.000 euros. «Esa solución es temporal pero no puede ser la definitiva, ya que el gasto que llevamos durante todos estos años supera la inversión que se necesita para acometer las obras», puntualizó el regidor.
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