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La saturación de los trenes en las horas punta y las dificultades para subir en las estaciones intermedias (donde se llega a quedar gente en los andenes) eran sólo indicios de lo que estaba ocurriendo con los Cercanías en la Gran Málaga, y que ahora ... adquiere toda su dimensión de las cifras oficiales, tras conocerse los resultados de explotación que Renfe ha hecho públicos hoy.
Más de 16 millones de viajeros (16.066.000) utilizaron estos servicios el año pasado, un volumen de clientes que se traduce en un incremento del 43% en comparación con 2022, y en términos absolutos, supone la captación de casi 4,8 millones de usuarios más en un sólo año, que ha sido el mejor de su historia.
Los abonos gratuitos que promueve el Gobierno central están detrás de este aumento sin precedentes, como demuestra el hecho de que los abonos gratuitos de Renfe para los viajeros habituales suman 45.906, lo que equivale a los usuarios de Sevilla y Cádiz juntos, según los datos aportados por la operadora pública a principios de enero. Una segunda causa es el fuerte aumento de la afluencia de turistas a la Costa del Sol durante el pasado año. El uso de este medio en la Gran Málaga es el mayor con diferencia de Andalucía, y uno de los más elevados de España.
Hasta ahora, el mejor ejercicio había sido 2019, con 11.848.000 viajeros. En 2022 ya se quedó cerca de esta cifra, con 11.267.000. Pero el boom de 2023 no tiene precedentes, hasta el punto de que el Ministerio de Transportes y Adif han asumido la nueva realidad y están trabajando en el desdoblamiento de las vías en la línea C1 de la Costa, al menos allí donde sea posible, con el objetivo de mejorar la frecuencia de paso de los 20 minutos actuales, a 15.
A lo largo del año pasado en el Núcleo de Málaga circularon 45.800 convoyes de este tipo, con un índice de puntualidad del 96,6%, según los datos aportados por la operadora pública. La oferta de trenes diarios suma 132 diarios en el Núcleo de Cercanías de Málaga, de los que 104 circulan por la línea C-1 (Málaga Centro Alameda-Fuengirola) y 28 de la C-2 (Málaga Centro Alameda-Álora), que suponen una programación de más de 700.000 plazas a la semana.
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«La garantía de fiabilidad es uno de los principales atributos del servicio para los desplazamientos habituales de los clientes que, bien por motivos de trabajo y estudios, como por turismo y ocio eligen el tren de Cercanías para desplazarse por la costa occidental de Málaga y el Valle del Guadalhorce», asegura un portavoz de la compañía.
A nivel medioambiental, el uso de los Cercanías en Málaga durante el año pasado ha evitado la circulación de más de 10,7 millones de vehículos en el entorno metropolitano y de la provincia de Málaga, así como la emisión a la atmósfera de 62.000 toneladas de CO2.
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