El instituto de Torremolinos que estaba antes que Torremolinos

El 27 de septiembre de 1988, Torremolinos logró la autonomía de Málaga. La directora del centro de Secundaria de lo que, hasta el día de antes, había sido barrio, era, entonces, Teresa Arroyo. Se vio en la tesitura de buscar un nuevo nombre a su lugar de trabajo, llamado, con pragmatismo, instituto de Torremolinos. Con el renacimiento de las instalaciones como dependencias públicas de un municipio de estreno, llegó la actual denominación: Los Manantiales.

Es una de las vivencias que atesora esta profesora, vinculada, durante más de tres décadas, a la institución educativa que, en este 2024, cumple medio siglo. Madrileña, estuvo destinada en Motilla del Palancar, Cuenca, antes de llegar a Torremolinos. «De pasar lista con nombres como Antonio o Felipe, me encontré con otros que me costaba trabajo hasta pronunciar; es una maravilla estar aquí, la convivencia con gente de todos los sitios», relata.

De allende de los mares, no del barrio de El Calvario, llegó, para dar clase en Los Manantiales, Lucía Aída De Acero Sierra, natural de Buenos Aires, maestra, Bióloga y licenciada en Teología, carrera que cursó en Málaga. «Aterricé en 1982, con mi marido y mi hija. Nos decían los argentinos, éramos, entonces, algo raro, y terminé en el instituto, no había licenciadas para dar clases de Religión. He visto el progreso de Torremolinos y estoy muy emocionada», explica, ya jubilada de la docencia, orgullosa de haber contribuido «a la evolución de una gran ciudad». Blanca Troughton, otra profesora, del centro, reconoce que, entre el claustro, por el que desde el 4 de noviembre de 1974 ya han pasado 1.200 profesores y profesoras, siempre ha habido interés por «dar un plus». En su caso, la Astronomía. «Hemos llegado a montar telescopios en el centro para ver un tránsito de Mercurio, por ejemplo», argumenta.

La doctora Elena Criado, antigua alumna, reconoce, «se me hizo un poco grande al principio, venía de un colegio muy pequeño y me encontré un instituto enorme». Y es que, desde su apertura son 19.000 alumnos y alumnas. Esto, el hecho de que fuera un centro mixto, es también peculiar, como apunta el director, Carlos Javaloyes, que indica que las instalaciones educativas no solo son historia torremolinense; cuando se pusieron en funcionamiento, apenas había diez institutos en la provincia, por lo que recibió a alumnos de la Carretera de Cádiz, Alhaurín de la Torre o Benalmádena.

Toda este pasado está en una exposición, coordinada por el profesor Fernando Alonso, que reconoce que hallar imágenes ha sido complicado, aún así, han logrado reunir más de 500, de las que se exhiben 100, en una muestra en la Plaza Costa del Sol. El acto es la antesala del libro que sí recogerá todas, como relato de la historia de un centro al que han acudido, entre otros la actriz María Barranco y que vio nacer a Adrenalina, germen de Danza Invisible. La vicedirectora, Mariluz Gil, ha dado las gracias, en especial, al Ciclo de Alojamientos Turísticos, clave para la logística del aniversario. El concejal de Educación, Francisco García, emocionado de contemplar la muestra como exalumno, explicó que hasta los empleados municipales encargados de su montaje habían estudiado allí, prueba de su gran peso en la ciudad.

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