«Estimado señor Planas, somos los vecinos de la Vega de Mestanza»

La plataforma en defensa de la Vega de Mestanza, formada por vecinos y vecinas de Alhaurín de la Torre —que trata de paralizar la construcción de la Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) Málaga Norte proyectada para dar servicio a la capital y a municipios de su conurbación— hace llegar sus demandas al gabinete del presidente Pedro Sánchez. Lo han logrado gracias a una carta, que empieza así: «Estimado señor Planas, somos los vecinos de la Vega de Mestanza, la última vega de Málaga capital». La misiva ha sido entregada en mano al ministro de Agricultura, Luis Planas.

La ocasión la ha propiciado la presencia de Planas, el pasado lunes, en la capital, invitado por la Universidad de Málaga, para ofrecer la lección magistral del curso de verano 'Europa y el medio rural: la nueva legislatura europea'. En su escrito, este movimiento repite el leitmotiv que les guía desde hace cuatro años: «En el estudio de ubicaciones (de la EDAR), todas son no inundables, excepto la Vega de Mestanza; todas, sin árboles, menos la Vega de Mestanza; todas, sin viviendas cercanas, excepto la Vega de Mestanza. Inexplicablemente, se ha elegido parea hacer la EDAR a la Vega de Mestanza».

La portadora del documento ha sido Mari Carmen Mestanza, portavoz de la Asociación de Vecinos Mestanza y Lomas de Cantarranas y de la plataforma, que integra a la primera. En el papel, redactado a mano, también exponen al ministro que la promotora de esta infraestructura, la Junta, está dispuesta a destinar 131 millones de euros a las obras, una partida que, sostienen, «triplica» a la de otras opciones. Le hacen partícipe al ministro del Gobierno socialista de otro de sus argumentos, como es que, de materializarse la EDAR tal y como está planteada actualmente, su construcción terminará con zonas de cultivo, puesto que es necesario levantar un lecho artificial, de 29 hectáreas, por 4,5 metros de altura, que será la base de la EDAR, y, por tanto, liquidará un terreno fértil. Y todo ello, afirman, a 150 metros de las casas y en un paraje en el que el río puede llegar a experimentar importantes crecidas. «Le ruego que se interese y nos conteste a esta carta», concluye la firmante, la propia Mari Carmen Mestanza.

En mayo, cuando este movimiento anunció nuevas acciones para frenar la EDAR, ya advirtió que tratarían de implicar a Madrid para pararla, en concreto, indicaron que informarían al Ministerio de Transición Ecológica sobre los daños al entorno. SUR trató, sin éxito, de conocer la reacción de Agricultura tras recibir la petición de estos vecinos y vecinas de Alhaurín de la Torre.

El pasado 20 de junio, una representación de la plataforma se reunió con el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, con idéntico fin que el de la carta al ministro, solicitarle que atienda sus explicaciones y lograr que se reconsidere el proyecto de la depuradora. Este grupo de vecinos valoró el hecho de haber sido «escuchados», aunque, eso sí, fueron informados de que las obras comenzarán en un plazo breve.

Por parte de la Junta, tras el encuentro, se dejó claro que se analizan «todas las opciones posibles, hasta el último momento, para que el impacto de la obra prevista sea el menos perjudicial para la Vega, dentro de las necesidades del proyecto».

El argumento para poner en marcha esta infraestructura es que, tal y como ha apuntado la Junta en varias ocasiones, permitirá favorecer los 735.000 habitantes de los cinco municipios que componen la Aglomeración Urbana de Málaga, al evitar el vertido anual de 5,9 millones de metros cúbicos de contaminación orgánica al cauce del río Guadalhorce. De forma paralela, su construcción y puesta en marcha también hará posible cumplir con la directiva europea sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas, norma que se incumple desde 2000. Por tal motivo, Andalucía está pagando sanciones millonarias, ya que cada semestre tiene que abonar una multa de 634.000 euros hasta su puesta en marcha.

La obra ya fue adjudicada, en octubre de 2021. Esta planta acabará con los vertidos residuales al río Guadalhorce al tratar la carga contaminante de Alhaurín el Grande y Cártama, además de liberar la estación del polígono Guadalhorce de la capital al recibir los vertidos de Alhaurín de la Torre y barriadas malagueñas de Santa Rosalía, Maqueda, Santa Águeda, Castañetas y Campanillas, así como el desarrollo futuro de Norte y Oeste de la capital.

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