Siguen las caravanas en la zona Este de Málaga: ¿Qué hace falta para tomar una decisión?

Y es que ingenieros y especialistas en movilidad, así como dirigentes políticos como Francis Salado, presidente de la Diputación y alcalde de Rincón de la Victoria, llevan semanas planteando la posibilidad de que se acometan carriles reversibles o adicionales, de forma provisional, que se pueden hacer a corto plazo para aliviar las caravanas diarias.

En cambio, el Ministerio condiciona las posibles acciones al resultado de un estudio de movilidad que se está redactando ahora y que no se presentará hasta dentro de un año. Al respecto, preguntado sobre la petición de medidas urgentes, el secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández Heredia, tras el último encuentro supeditó las posibles acciones a los estudios que ya se han encargado, y que tienen como objetivo buscar fórmulas «para aliviar la congestión en la A-7, tanto en la zona occidental como oriental».

Sobre esta última, recordó que ya está en marcha un estudio de alternativas que contempla la posibilidad de hacer carriles reversibles o plataformas de Bus-VAO... Pero ninguna medida a corto plazo, lo que ha provocado las críticas de los afectados.

El encargo de este análisis se formalizó el pasado 12 de noviembre, casi un año después de que el Gobierno se abriese a analizar la dura realidad de la movilidad en la ronda Este de la capital y en la variante de Rincón. El contrato lo ha ganado Ayesa, con un plazo de un año y un presupuesto de casi medio millón de euros.

Los técnicos de la consultora tienen por delante la tarea de analizar diferentes alternativas, unas a corto y medio plazo y otras a más largo, tales como un posible aumento de capacidad, con un tercer carril en la variante; así como la creación de un carril Bus-VAO o la construcción de una hiperronda para la zona de la Axarquía, tal y como ya existe en la parte occidental.

Esta situación ya fue objeto de un estudio a cargo de la consultora malagueña ARCS, por encargo del Ayuntamiento de Málaga, que determinó que la mejor opción era construir una nueva circunvalación por el este.

Pero mientras, el alto nivel de saturación y de accidentalidad ya es reconocido por el propio Ministerio de Transportes. La Ronda Este, con tres carriles por sentido desde 2012, se describe como sinuoso, con varias curvas y pendientes elevadas, y una Intensidad Media Diaria (IMD) de 81.139 vehículos en 2019.

Peor aún es la situación en la variante de Rincón, que sólo tiene dos carriles por sentido, con un trazado muy curvilíneo y la velocidad limitada a 80 km/h. La IMD es igualmente muy intensa, con 73.028 vehículos al día y una siniestralidad alta. Además, está condicionada por «una fuerte presión urbanística», lo que pone en entredicho las posibilidades de ampliación.

Mientras tanto, ¿qué se podría hacer de una manera más o menos urgente para poner solución a las penurias de tantos miles de ciudadanos? Esa es la pregunta que SUR le ha hecho a un panel de ingenieros de Caminos. Comienza Carlos Miró, firme defensor de las acciones a corto plazo: «Ahora, los municipios y la Diputación deben hacer una lista de las medidas urgentes que serían viables y exponerlas en el foro con el Ministerio, a pesar del sentimiento de frustración».

«Hay acciones que son técnicamente posibles, que no requieren una inversión excesiva y que las puede hacer la DGT, como son los carriles reversibles. También hay espacios para hacer aparcamientos disuasorios de forma rápida, vinculados a la red de transporte, como el del Martín Carpena con el metro; así como de ordenación del tráfico en las horas punta y de explotación del Cercanías, para reforzar el servicio con más personal y material móvil».

Ángel García Vidal, representante en Málaga del Colegio de Ingenieros de Caminos, admite que no es fácil tomar medidas paliativas en esta autovía. «Ante todo, tiene que ser seguro, y la salida del carril reversible habría que pensarla muy bien porque los dos sentidos de circulación están separados».

El portavoz de los ingenieros añade que la velocidad máxima permitida en este tramo sería menor si los carriles se estrecharan, y el nivel de seguridad también. «Sería la única manera de conseguir un carril reversible sin tocar la plataforma, o incluso de sacar un tercer carril, pero hay que estudiarlo bien».

Vicente Jordá también es ingeniero y miembro de la Plataforma Infraestructuras Málaga, que agrupa a especialistas en torno a la movilidad en la provincia. Según admite, esta cuestión ha sido objeto de debate en la asociación. «El problema de los reversibles es la orografía y las calzadas separadas para los dos sentidos, pero se podría estudiar». A ello, añade el hecho de tener que atravesar el túnel de Cerrado de Calderón: «Tienes que meterlo en la otra calzada y hay que bajar mucho la velocidad, a 80 ó 60 km/h, también para los conductores del sentido contrario».

«La infraestructura no es fácil, hay problemas con los accesos a la A-7: en Rincón se quejan de que las colas ya empiezan allí porque no están pensados para tantos coches». Además, Jordá rechaza la opción de hacer un tercer carril: «No lo vemos porque no es una mejora». A cambio, propone crear un Bus-VAO como en el PTA, para favorecer el transporte público, y servicios exprés de autobús que den un mejor servicio a la población.