Andrés y Virginia Roberts, supuesta participante en la orgía. R. C.

La última orgía del príncipe Andrés

Involucran al hijo menor de la reina Isabelen una fiesta con prostitutas «muy jóvenes» organizada por su amigo Jeffrey Epstein

P. Muñoz

Jueves, 24 de octubre 2019, 11:54

El príncipe Andrés, tercer hijo de la reina Isabel II y octavo en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, protagoniza estos días un sonado escándalo –no es el primero y tampoco será el último– por su supuesta participación en una orgía con nueve ... mujeres jóvenes, quizá menores de edad. La fiesta, celebrada en una isla privada del Caribe, habría sido organizada por el magnate estadounidense Jeffrey Epstein, que se suicidó el pasado mes de agosto en la prisión donde estaba encerrado acusado de tráfico sexual de menores.

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Un documental emitido esta semana en la cadena británica de televisión Channel 4 bajo el título 'El príncipe y el pedófilo' recoge las declaraciones de una de las mujeres que acusaron a Epstein de haber abusado de ella, Virginia Roberts Giuffre. «La tercera vez que tuve relaciones sexuales con Andy (el príncipe Andrés) fue en una orgía en la isla de Epstein, en las Islas Vírgenes. Yo tenía unos 18 años –revela la joven–. Epstein y Andy mantuvieron relaciones conmigo y con otras ocho chicas, que parecían ser todas menores de edad y no hablaban inglés».

El príncipe y el millonario fallecido cultivaban una estrecha amistad desde hacía doce años, hasta el punto de que Epstein tenía trece números de teléfono distintos de Andrés, con quien había participado en al menos una decena de retiros, no precisamente espirituales. Según la aristócrata, modelo y 'socialité' Victoria Hervey, Epstein presumía de tener en su compañero de aventuras el «gran trofeo» de su red de proxenetismo.

Una fortuna no aclarada

El príncipe de York siempre ha sido un verso libre en la familia real inglesa y un quebradero de cabeza para su madre. Tanto él como su ex, Sarah Ferguson, con quien mantiene una amistad tan estrecha que siguen viviendo juntos y acuden como pareja a actos sociales pese a estar divorciados, han sido relacionados con oscuros episodios de tráfico de influencias.

Los rumores sobre el origen de su fortuna, estimada en 57 millones de libras (66 millones de euros), se han convertido en clamor en los últimos tiempos. Norman Baker, un exdiputado del Partido Liberal Demócrata que ha detallado en un libro la riqueza privada de la familia real británica, ha exigido explicaciones públicas sobre cómo ha sido Andrés capaz de convertirse en el tercer miembro más rico de la casa real, solo por detrás de la propia reina y de Carlos, el heredero. «A menos que haya ganado la Lotería Nacional, es evidente que está recaudando sumas significativas que no conocemos. La gente generalmente no entrega grandes cantidades de dinero a otras personas por la bondad de su corazón. Generalmente quieren algo a cambio. Tenemos derecho a que nos digan de dónde proviene la riqueza oculta de Andrés y lo que ha dado a cambio».

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El príncipe de York se retiró de las Fuerzas Armadas en 2001 con el grado de comandante y fue inmediatamente designado representante especial de Comercio e Inversión del Reinio Unido. Un cargo que, según Baker, le viene grande, dado que su cualificación consiste en «la peor combinación de arrogancia y estupidez». El sueldo es sin duda elevado, pero incluso complementado por la paga anual que le concede su madre, de 249.000 libras exentas de impuestos, y su pensión adicional de la Marina, de 20.000 libras, se antoja insuficiente para mantener su lujoso nivel de vida. Según Baker, hace cinco años pagó a tocateja con su exesposa un chalé alpino en Suiza por 13 millones de libras (15 millones de euros), se ha gastado otros 7,5 millones de libras en arreglar su mansión de Windsor Great Park y derrocha dinero a manos llenas.

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