El príncipe Enrique y Meghan Markle renuncian a ser los duques de Sussex y no recibirán más dinero de la Corona

Los duques de Sussex, Enrique y Meghan, no recibirán dinero público para sostener su nuevo vida alejados de la familia real, no representarán oficialmente a la reina Isabel II y no usarán los títulos de Su Alteza Real. Devolverán también a la Hacienda pública los 2.7 millones de euros que costó la reforma de su vivienda, Frogmore Coottage, próxima al castillo de Windsor.

Algunos de los aspectos de la relación que tendrán los Sussex con la monarquía y el Estado británicos han sido publicados en un comunicado de la Casa Real en la tarde de este sábado. Se señala que el acuerdo alcanzado entre los duques y el resto de la familia comenzará a implementarse en la primavera. Meghan ya regresó la pasada semana a Canadá, donde la pareja pasó una larga vacación navideña junto a su hijo, Archie.

«Enrique, Meghan y Archie serán siempre miembros muy queridos de mi familia», afirma Isabel II, de 93 años, en el comunicado. Se declara luego «particularmente orgullosa de la rapidez con la que Meghan se ha convertido en miembro de la familia». Reconoce también «los retos que han experimentado como resultado del intenso escrutinio en los dos últimos años» y apoya «su deseo de tener una vida más independiente».

Los duques de Sussex causaron una sensación hace diez días cuando anunciaron en un comunicado que querían renunciar a su posición como miembros de alto rango de la familia real británica y que deseaban residir en Norteamérica y en Reino Unido. Enrique ha negociado desde entonces los términos de su alejamiento con su padre y su hermano, con la reina y dirigentes de la Casa Real.

La reina se declara en su comunicado satisfecha «porque hemos encontrado entre todos un camino hacia adelante que es constructivo y de apoyo para mi nieto y su familia», tras «muchos meses de conversaciones y de reuniones más recientes». «Toda mi familia espera que estos planes que hemos acordado les permitan construir una nueva vida, feliz y pacífica».

El imprevisto anuncio de los duques ha tenido el efecto que quizás esperaban, porque ha llevado a la familia real a actuar con una rapidez que no es habitual para resolver un problema afectivo e institucional que parecía estar agravando las tensiones entre miembros de la familia, en particular entre Enrique y su hermano, Guillermo, hijos de Carlos y Diana.

El conflicto con la prensa británica, uno de los motivos de la huída de los duques a un país, en principio, Canadá, en el que esperan que su privacidad sea más respetada, ha tenido en los últimos días un episodio sórdido. El 'Daily Mail' afirma que Thomas Markle, padre de Meghan, está dispuesto a comparecer como testigo del periódico, al que la duquesa denunció por haber publicado comunicaciones privadas entre ella y su padre.