S. Rodríguez
Viernes, 14 de marzo 2025, 11:03
Aquella mañana de julio su vida cambió para siempre. El asesinato de su hermano a los 50 años, del que había sido su musa, la empujó a dar un paso al frente, a hacerse cargo de una compañía que atravesaba un momento dulce, muy dulce. Gianni Versace, a quien cosieron a tiros en la puerta de su mansión en Miami Beach en el verano de 1997, donde buscaba descanso e inspiración tras el ajetreo de las presentaciones de sus colecciones en las grandes pasarelas internacionales, dejó a su hermana un imperio del que ahora se despide. Pero no del todo.
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Donatella Versace abandona la dirección creativa de la casa de moda de lujo italiana tras casi tres décadas de éxito, de hacer aún más grande la herencia recibida. Lo deja en lo más alto. Y da paso a Dario Vitale, hasta enero director de diseño e imagen de Miu Miu. «Seguiré siendo la más apasionada defensora de Versace, que forma parte de mi ADN y está siempre en mi corazón», ya avanzó Donatella en su despedida en redes sociales.
Un adiós en el que a través de una serie de imágenes repasa su vida, su legado. Ella lo fue todo en la Maison de la Medusa, de la que ahora asumirá el cargo de embajadora jefa de la marca, poniéndose al frente de las iniciativas filantrópicas que siempre han estado muy presentes en su trayectoria. «Quiero dar las gracias a mi increíble equipo de diseño y a todos los empleados de Versace con los que he tenido el privilegio de trabajar durante más de tres décadas. Continuar el legado de mi hermano Gianni ha sido el mayor honor de mi vida. Él era el verdadero genio, pero espero tener algo de su espíritu y tenacidad», dijo en el comunicado emitido días después de que presentara en la Semana de la Moda de Milán la que ya es su última colección, un equilibrio perfecto entre elegancia y rupturismo, que escondía un mensaje que ahora se entiende. Porque Donatella creó una colección en la que el pasado estaba más presente que nunca, como camino hacia el futuro, donde se vieron los icónicos estampados de la casa y sus archiconocidos minivestidos de tonos vibrantes.
«Apoyar a la próxima generación de diseñadores siempre ha sido importante para mí. Estoy encantada de que Dario Vitale se una a nosotros y ardo en deseos de ver Versace con nuevos ojos», aseguró Donatella Versace. De su mente, de su aguja, saldrá ya la colección primavera-verano de 2026, la primera desde 1978 que no lleva la firma de la familia.
«Espero haberos hecho sentir a todos orgullosos», dejó también escrito la hasta ahora directora creativa del imperio de la medusa, de la que su hija Allegra posee el 50% de las acciones por voluntad de Gianni Versace. Donatella supo mantener su legado y hacer uso de su imagen como marca de la casa. Y también un don especial para atraer masas, para cautivar miradas.
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Si icónico fue el vestido que Elizabeth Hurley lució en la premiere de 'Cuatro bodas y un funeral', en 1994, firma de Gianni, no menos el que Jennifer Lopez se enfundó, estampado en verde y con escote interminable, en los Grammy del año 2000 y que inspiró la creación de Google Imágenes, ya bajo la batuta de una Donatella que siempre ha pisado fuerte, dentro y fuera de las pasarelas.
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