Maryam Blanes: «La vida sin 'brilli brilli' es muy aburrida, hay que buscar el destello siempre»

-¿Quién es Julieta? Preséntanosla para quien no la conozca...

Julieta Brand es una marca malagueña que simboliza un tipo de  mujer. No es ni doña perfecta ni tampoco imperfecta. Es libre y vive su maternidad, su amistad, y su familia a su estilo. Es inspiración, es magia y, ante todo, es la alegría de vivir. Para mí Julieta es un estado de ánimo. Sin artificios.

-Eso que llaman 'real life'. ¿Julieta es antipostureo?

Exacto. Muchas veces la gente trata de impostar esa autenticidad. Y ello fluye solo, no se fuerza. De ahí que defienda lo Goyesco, lo malagueño... Es una forma de vivir, una manera de ser.

-¿Y qué tiene Julieta de Maryam?

¡Pues tiene mucho! Como cualquier hija de una madre. Ante todo tiene mucho de alegría. Cuando creo colecciones no me sale nada sobrio, ni aburrido ni protocolario. Y es que al final es mi reflejo. Tiene esa 'rebeldía' mía. De no seguir un guión perfecto. De ser natural y fiel a mí misma.

- Después de 12 años trabajando en la Cámara de Comercio decides dar un golpe de timón y lanzarte al diseño de moda como autónoma. ¿Seguir tu instinto es una máxima vital?

Siempre. Sigo mi instinto continuamente. Además soy una persona muy visceral. Cuando algo te late fuerte por dentro tienes que escucharle, hacerle caso. Eso se llama pasión. Esa ebullición, es imposible de esquivar. Hay quien es más racional y no analiza todo, yo me dejo llevar. Necesitaba seguir canalizando esa energía creadora como madre y tener una tercera hija: Julieta.

-Tus colecciones son muy malagueñas. Uno de tus últimos proyectos ha sido diseñar prendas con estampados tan icónicos como la fachada de la Iglesia de San Juan o el cubo del Pompidou. ¿Cómo se cuece todo este proceso creativo en tu cabeza?

A mí me parece que Málaga es una ciudad para alardear de ella continuamente. Y yo quería algo súper malagueño para este verano. Al principio se me venían a la cabeza la Farola, el espeto... pero quería algo más sofisticado, con rollo, alegre y que sorprendiese. Entonces me acordé del proyecto Málaga Patterns, contacté, nos reunimos y le encantó la idea. Estamos súper contentos de la aceptación y la respuesta de la gente.

- Ahora en verano, como buena enamorada de Málaga, ¿cuáles son tus 'must' de visita obligada?

El Balneario, mil por mil, yo soy una enamorada de ese sitio. Recuerdo celebrar allí mi cumpleaños desde los 17 años. Últimamente voy mucho a La Barra de Doña Inés en la Alameda Principal. También a la Terraza de San Juan. Es que Málaga es inabarcable, es brutal. Cada vez vuela más alto. Como Málaga hay pocas. Encima tenemos playas, chiringuitos... ¡No tenemos competencia!

- Como madre de dos niñas pequeñas tendrás que hacer piruetas estos meses. ¿Tu fórmula para conciliar sin morir en el intento?

Piruetas tenemos que hacer todas, pero desde que soy autónoma es cierto que me organizo mejor. Trabajo más de noche, actualizo la web a las 4 de la madrugada... Por las mañanas intento estar con ellas o pido ayuda a mi madre. A Cayetana le encanta venir al trabajo conmigo y me gusta que vea que su madre trabaja, que se empape del esfuerzo que hay detrás y viva este mundo cerca mía.

- ¿Esa libertad compensa el vértigo de ser tu propia jefa?

Así es. Me encanta la libertad de poder elegir, eso me da la vida y suple la incertidumbre del autónomo. Me relaja mentalmente no tener tantas ataduras.

- ¿La vida sin 'brilli brilli' es mucho más aburrida?

¡Totalmente! Hay que brillar siempre. A mí me gusta la gente diferente, carismática y fiel a sí misma con o sin lentejuelas. Julieta en sí misma es brillo. Ese destello, ese rayito de luz, esas ganas de vivir... En la nueva colección también hay mucha paillete.

-Entiendo que eres más del equipo del 'antes muerta que sencilla' de María Isabel que del 'menos es más' de Chanel...

-Más es más (risas). A mí me gusta la mezcla, combinar estampados, ver cómo funcionan varias ideas juntas. Los complementos también refuerzan y elevan el look pero teniendo una base potente no te hace falta nada más. ¡Así que maximalismo a tope!

- ¿Una prenda puede cambiar tu estado de ánimo?

¡Por supuesto! Hay chaquetas transformadoras que te hacen vibrar en esa energía y esa frecuencia. Te la pones y es como que sales de casa de otra manera.

- Para una escapada, ¿qué no puede faltar en tu maleta?

Un vestido de crochet como el que hemos lanzado en Julieta, que sirve tanto de noche con una combinación satinada debajo como para ir a la playa. También soy una enamorada de las chaquetas porque te pones cualquier cosa como un vestido lencero y te da el toque.

- ¿Algún proyecto en cartera que se pueda contar?

Tengo muchos, aunque no que pueda contar. Ahora en septiembre vamos a salir en un especial del 60 aniversario de Telva y me siento muy orgullosa.

- En poco tiempo has logrado que tus diseños sean reconocibles por la calle, ¿es el mayor regalo?

Eso es lo máximo, que ella sola (Julieta) haya logrado afianzar esa personalidad. Y eso que no hacemos publicidad en redes ni en web. Prefiero dar pasos pequeños pero firmes y enamorar con la marca. Julieta es mi droga, me tiene enganchada.