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Ángel de los Ríos
Málaga
Lunes, 9 de diciembre 2019, 19:50
Hace casi 20 años, las luces de la calle Larios no brillaban tanto como lo hacen hoy, Marbella tenía un color especial y, sin duda, quien era la estrella más rutilante de todo este relato era Mariah Carey. Nadie esperaba que en un ... mes de abril de 2001, cuando la temporada de famosos prácticamente no había comenzado, la Carey se plantara en la Marbella de Jesús Gil y Gil. Decían era que para grabar un disco, que también, pero más bien parecía la excusa para pasear, lejos de los focos de la prensa estadounidense, su romance con Luis Miguel.
Cuenta la crónica de 'Gente y Estilo' de ABC, que la cantante Mariah Carey dejó boquiabiertos a los los turistas de Puerto Banús mientras daba un paseo por el famoso enclave de Marbella. Los admiradores aplaudieron la presencia de la artista y la acompañaron hasta un yate en el que le esperaba el cantante mexicano Luis Miguel. «Ataviada con un traje de raso rojo y unas sandalias negras de tacón, la cantante norteamericana llegó a Puerto Banús en un lujoso automóvil del que descendió rodeada por una nube de fotógrafos y numerosos curiosos», relatan las crónicas.
Mariah Carey, que había grabado durante diez días en un estudio de música de Marbella la banda sonora de su primera película como actriz, 'Glitter', cubrió a pie los doscientos metros que separaban la entrada de Puerto Banús de la embarcación en la que se encontró con Luis Miguel para delirio de los presentes. Mariah, flanqueada por su dos guardaespaldas, se mostró durante todo el trayecto sonriente y declaró que se encontraba «feliz» de estar en España, tras lo que se reunió con Luis Miguel, «con el que se desplazó hasta un conocido restaurante marbellí», cierra ABC.
Mariah Carey y Luis Miguel fueron perseguidos en Marbella por reporteros del salseo televisivo y paparazzi de toda Europa. Encontraban refugio, a ratos, a bordo del yate del mexicano y, por supuesto, en Olivia Valere, la discoteca marbellí que ha visto pasar por sus rincones reservados a lo más granado del famoseo nacional e internacional. Sí serían inmortalizados en su galería de personajes ilustres Rod Stewart, Prince o Mick Jagger.
Aquí, de hecho, celebraron el 31 cumpleaños del cantante. Doble celebración ya que el tabloide británico 'The Sun' afirmana esta semana que Luis Miguel regaló a Carey un brazalete de diamantes, de la prestigiosa firma Van Cleff & Arpel, valorado en más de 2.000 millones de pesetas, para celebrar el contrato multimillonario que la estadounidense firmaba recientemente. Se trata, por cierto, del mismo brazalete que lució Julia Roberts la noche de los Oscar.
Ese mismo 2001, el calor de la Costa del Sol fundía su amor, forjado en el hielo de Aspen un par de años antes. Veinte años no es nada: ahora que la Carey se derrite de amor por las luces de la calle Larios y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, la invita a disfrutar de nuestras luces, algunos se preguntan: ¿podría volver Mariah a Málaga por Navidad?
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