Beatriz de York espera su primer hijo

madrid. Beatriz de York, una de las nietas de la reina Isabel II, está esperando su primer hijo junto a su marido, Edoardo Mapelli. La pareja, ella de 32 años y él de 37, contrajo matrimonio el pasado 17 de julio y ahora, desde el palacio de Buckingham han hecho el anuncio oficial de la llegada de un nuevo miembro a la familia: «Su alteza real la princesa Beatriz y el señor Edoardo Mapelly Mozzi están encantadísimos de anunciar que esperan un bebé para otoño de este año. La reina ya ha sido informada y ambas familias están entusiasmadas con la noticia». El bebé ocupará el undécimo puesto en la línea de sucesión al trono y no tendrá título de príncipe ni tratamiento de alteza real.

Será el bisnieto número 12 de la reina que está viviendo este año un auténtico baby boom con la llegada el pasado 9 de febrero de August, hijo de Eugenia de York. Un mes más tarde era el turno del tercer hijo de Zara y Mike Tindall, el pequeño Lucas Philip. En la próximas semanas se espera el nacimiento del segundo hijo del príncipe Harry y Meghan Markle tras el que llegará el recién anunciado bebé de Beatriz. Un goteo de buenas noticias que podrán compensar en cierto modo los disgustos que la monarca está recibiendo este año. Desde la ruptura del hijo de Lady Di con la familia, con polémica entrevista mediante, hasta el reciente fallecimiento de su marido, el duque de Edimburgo. Todo, en el marco de una pandemia que la ha mantenido semiconfinada.

De hecho, fue la crisis sanitaria la que hizo que Beatriz de York tuviera que retrasar su boda que estaba prevista para el 29 de mayo. Finalmente, decidieron celebrarla de manera íntima junto a un pequeño grupo de familiares en verano.

Este será el primer hijo de la pareja pero el segundo para él que es padre de un niño, Wolfie, fruto de su relación con la arquiotecta, interiorista y diseñadora Dara Huang. Fue durante su enlace en el castillo de Windsor donde se pudo ver por última vez juntos a la reina y a su marido. No en vano, los jóvenes eligieron el lugar para que pudieran acudir los abuelos de ella que, por entonces, estaban confinados allí. Ella llevaba un vestido vintage que le había prestado su abuela paterna y la misma tiara que había llevado la reina Isabel en su enlace con Felipe de Edimburgo. Una ceremonia repleta de guiños a una familia en la que abundan los títulos nobiliarios pero también los escándalos. Sin ir más lejos, sus propios padres han sido protagonistas de algunos. El más reciente, el que salpicaba al príncipe Andrés debido a su turbia amistad con Jeffrey Epstein, delincuente sexual condenado por tráfico de menores que se suicidó en la cárcel.