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Dani Rovira
Dani Rovira: «No me puedo arrancar el pene por mucho que quiera una sociedad de igualdad»

Dani Rovira: «No me puedo arrancar el pene por mucho que quiera una sociedad de igualdad»

Un comentario malinterpretado en Twitter sobre un anuncio de ropa interior en una marquesina obliga al humorista malagueño a escribir una carta abierta en Instagram para dar explicaciones

Ángel de los Ríos

Jueves, 11 de mayo 2017, 20:19

El titular era que Dani Rovira la lió en Twitter este con un comentario sobre un anuncio de ropa interior. O, más bien, por una malinterpretación. 140 caracteres dan para poco, sobre todo si hay gente con la escopeta cargada. Se convertía en trending topic, tachado por muchos de machista. «Atención, hombres de España, no miréis las marquesinas en estos días. No vaya a ser que unas fotos de 'Intimissimi' os tachen de machistas», escribía. Minutos después tenía que pedir desculpas por la malinterpretación de sus palabras, en medio de una tormenta de tuits. «Conclusiones que saco esta mañana. Soy machista, mal humorista, pésimo usuario de la ironía y muy mala persona. Pues me vuelvo a acostar..».

Finalmente, el actor malagueño tuvo que ir un poco más allá: «Obviamente ha sido un 'planteamiento irónico' mal entendido y sobre todo, mal expresado. Disculpas a tod@s l@s ofendid@s. Nunca es mi intención ofender ni provocar con estos temas, todo lo contrario. #seguimosaprendiendo», concluyó. No contento con la explicación, ha recurrido a su otra red social favorita, Instagram, donde se ha podido explicar con todo lujo de detalles en una carta sincera. «Es la segunda vez que públicamente me han linchado por intentar 'con cierta creatividad y humor' defender la igualdad entre sexos. Y me da pena». Pasen y lean...

«Una marquesina cerca de mi casa. Ayer terminé de correr y de vuelta, me quedé observándola. Esperando el bus, tres personas. Una de ellas, hombre, la miraba como hipnotizado, la segunda lo hizo solo durante un instante, el tiempo justo en el que su pareja la reprendió. (Pareja que, por cierto, también miraba).

Me dio qué pensar. Obviamente, la belleza y la sexualidad que derrochaba aquella mujer (su foto, concretamente) era indudable. Cuerpo perfecto, cara divina, pechos preciosos, ojazos y obviamente, un sujetador muy bonito.

Suelo ser persona susceptible de muchas luchas y conflictos internos. He crecido en una sociedad machista y obviamente formo parte del "género opresor", no me puedo arrancar el pene por mucho que quiera también una sociedad de igualdad.

Pero no quise sentirme ni sucio, ni machista, ni opresor, ni infiel, ni depravado por admirar la belleza de semejante persona. Y ahí puse mi debate interno. ¿Es machista la marca?, ¿la modelo?, ¿el hombre o mujer que la mira? ¿La mujer que lo compra? ¿El director de casting que marca un umbral de belleza elevadísimo? ¿Yo por pararme a verla? ¿Todos? ¿Ninguno? Tengo mil dudas sobre los pequeños gestos, acciones y palabras que puedan ser micro, medio o macro machismos. (Incoherencias y dudas que señaló muy bien mi querida Leticia Dolera en un artículo después de los Goya). ¿Puede lucharse contra el machismo si eres hombre? ¿Contra la pobreza si eres rico? ¿Contra el racismo si eres blanco? Por las respuestas de la sociedad, no lo tengo tan claro.

Vuelvo a asumir el error de no haber sabido expresar bien la ironía de mi planteamiento. De hacer una pequeña broma sobre lo que es y no es machismo. Sobre dónde colocar los umbrales. O simplemente el error de no haberme metido el tuit por el "ojal".

Es la segunda vez que públicamente me han linchado por intentar "con cierta creatividad y humor" defender la igualdad entre sexos.

Y me da pena.

Porque, sinceramente, me siento un poco menos libre de unos años a esta parte. La cosa es que siempre lo fui, pero lo sabía menos gente. Yo pienso seguir luchando a vuestro lado...

Si me dejáis hueco...

Si me enseñáis cuando me equivoque.

Gracias por leerme».

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