Iker Jiménez aterroriza a Bertín Osborne con una psicofonía

'Mi casa es la tuya' vivió ayer su edición más terrorífica. Y todo por culpa de sus invitados Iker Jiménez y Carmen Porter. Los periodistas de investigación, que llevan 12 años al frente de Cuarto Milenio y de un programa radiofónico en Cadena Ser, visitaron al cantante madrileño y, como era de esperar, protagonizaron la velada más siniestra y misteriosa del formato. Uno de los momentos de más tensión se vivió cuando el matrimonio se sentó en el salón junto a Bertín Osborne y Fabiola y empezaron a hablar de fenómenos paranormales. Ante la curiosidad de los anfitriones, los periodistas se animaron y acabaron aterrorizando al presentador, que llegó a levantarse de su asiento para evitar escuchar una psicofonía. Al cantante madrileño le pudo el miedo ante la historia del supuesto Padre Benito, un sacerdote muerto al que se escucha hablando desde el más allá en una de las grabaciones del matrimonio, y huyó despavorido.

A pesar del miedo que sintió, Bertín confesó que él también había tenido experiencias sobrenaturales. En concreto, con una ouija: Nos pusimos todos con las manos juntas en una sesión de espiritismo encima de una mesa que pesaba tela. De repente se levantó y salió disparada contra una pared que había a tres metros contó Bertín dejando con la boca abierta a Iker Jiménez.

Durante la charla, Iker repasó detalles de su infancia, habló de sus peculiares antecedentes familiares y desveló el suceso que vivió siendo solo un niño y que le hizo embarcarse en el universo de misterio que ha marcado su vida. "A los diez años estaba en casa de mis tíos con fiebre y subí al desván donde tenía libros que no nos dejaba leer. Cogí un libro francés de ovnis y vi por primera vez uno de ellos. Me aterró, yo no sabía lo que era", dijo. Carmen Porter también se unió a la charla y juntos repasararon su historia personal, que comenzó cuando ambos estudiaban la carrera de Periodismo. Desde entonces, no han dejado de compartir vida sentimental y profesional. Ambos prepararon en la cocina un marmitako, el plato tradicional vasco por excelencia. Allí hablaron de cómo es su relación más allá de la pantalla y también de Alma, su hija, que ya empieza a compartir la pasión de sus padres por los fenómenos paranormales.