I. GALLASTEGUI
Lunes, 20 de febrero 2017, 00:25
S e habían tomado un tiempo para pensárselo, por el bien de sus tres hijos, pero finalmente no ha podido ser. Los actores norteamericanos Ben Affleck y Jennifer Garner, ambos de 44 años, anunciaron en junio de 2015 su decisión de separarse después de una década de matrimonio, pero siguieron haciendo planes juntos por los niños. Ahora la actriz ha decidido reanudar el proceso y solicitar formalmente el divorcio, según 'Us Weekly'.
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Tras el anuncio de su separación hace casi dos años, se hicieron públicos insistentes rumores de que el motivo de la ruptura había sido una infidelidad de Affleck con la niñera de sus hijos, Christine Ouzounian, de 29 años. Tanto el protagonista de los cotilleos como su esposa salieron al paso de estos comentarios. «Llevábamos meses separados antes de que oyese hablar de la niñera. Ella no tuvo nada que ver con nuestra decisión de divorciarnos. No era parte de la ecuación», confesó entonces a una revista. La actriz también aclaró que el director y protagonista de 'Argo' era, pese a todo, el amor de su vida.
En estos dos años, se ha visto juntos en diferentes ocasiones al todavía matrimonio con sus hijos, Violet, de 11 años, Seraphina, de 8, y Samuel, de 4. Pese a la separación, han compartido vacaciones en el parque de Yellowstone, en París y en Londres, entre otros lugares.
Sin embargo, parece no haber sido suficiente: el semanario acaba de anunciar que, ahora sí, la actriz presentará la demanda de divorcio, aunque la ya expareja seguirá centrada en la familia que ha construido en común.
«No importa lo que pase: Ben y Jen están comprometidos con cuidar de sus hijos como una unidad y seguirán haciéndolo así, porque hasta ahora les ha funcionado», afirmó a la publicación una fuente cercana a los dos.
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En todo caso, los problemas del matrimonio no surgieron en 2015. Al parecer, ambos habían estado acudiendo a sesiones de terapia de pareja durante años, mucho antes de esa fecha. De hecho, los rumores apuntan a que ya se habían planteado separarse antes de que su hijo pequeño, Sam, naciera. La llegada de su benjamín pareció tranquilizar los ánimos. Al menos, durante un tiempo.
Ben y Jennifer se conocieron en el rodaje de 'Pearl Harbour' en 2003, pero no empezaron a salir hasta que coincidieron de nuevo en 'Daredevil', en 2003. Se casaron dos años después.
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