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Dani Rovira, junto a otro miembro del equipo 'Freno al ictus", durante un descanso en la prueba.
Dani Rovira, del set de rodaje a pedalear en la Titan Desert

Dani Rovira, del set de rodaje a pedalear en la Titan Desert

El malagueño participa en la que se considera una de las carreras de biclicleta de montaña más duras del mundo con el equipo "Freno al ictus", un proyecto solidario

EFE

Martes, 26 de abril 2016, 12:31

El actor Dani Rovira es uno más de los 400 participantes que luchan por superar estos días la Titan Desert (del 24 al 30 de abril), una de las pruebas de bicicleta de montaña más dura del mundo. De hecho, su participación en esta carrera ha sido la causante de que el malagueño se haya ausentado del Festival de Málaga donde presenta la película El futuro ya no es lo que era. El protagonista de 'Ocho apellidos vascos' sufre y se divierte en carrera, se cae y como todos, tiene dañada la "zona cero", de ahí que su principal dificultad tras completar dos etapas sea sentarse.

El dorsal 120 llegó en forma a la Titan tras acabar el rodaje de '100 metros', "una historia real muy dura" de una persona que superó una esclerosis múltiple con la practica del deporte. Está fino el actor y monologuista, pero colecciona unos cuantos dolores tras las etapas de montaña en el Atlas.

"Estoy bastante fatigado, como todos, y fastidiado a la hora de sentarme, ya que en esta prueba te perjudicas mucho la zona cero. Pero el sufrimiento forma parte del divertimento, aunque a muchos les cueste entender esto. Aquí el disfrute es proporcional al sufrimiento. Estoy contento con la experiencia", dice Rovira, que luce el maillot rojo del equipo "Freno al ictus", un proyecto solidario.

De momento, lo que Dani Rovira tiene en mejores condiciones son las piernas, "que es lo que mueve la bici". Por lo demás, añade, "me duele el cuello, la muñeca, se te recalienta la planta de los pies, en fin...pero un masajito y las cremitas ayudan mucho a recuperar".

Aunque la carrera le sorprende "por su dureza", al presentador de los Premios Goya en las dos últimas ediciones también le sorprende el ambiente y el afán de colaborar de muchos corredores.

"La carrera es muy exigente y quedan cuatro etapas. Se acumula el cansancio, pero la prueba es muy "guay", se viven muchas experiencias en la Titan. Aquí algunos vienen a ganar, otros a superarse a sí mismo, o simplemente a disfrutar, pero también están los que vienen por asuntos solidarios", comenta.

Causa 'Freno al ictus'

En este apartado se incluye la presencia del actor. "Yo estoy aquí por la causa "Freno al ictus", proyecto promovido por Julio, a quién le dio un ictus. Tenía sobrepeso, colesterol alto, sufría estrés, y a partir del susto empezó a practicar deporte".

"La gente tiene que evitar el sedentarismo y llevar una vida saludable para reducir factores de riesgo del ictus. Esta experiencia y colaborar en el proyecto me satisface, y cuando termine la Titan estaré aún más contento".

Lo que tiene claro es que cuando cruce la última línea de meta no lo va a celebrar soltándose de manos. Lo explica con humor.

"No, no levantaré los brazos. De hecho no he querido ganar carreras porque no sé despegar las manos del manillar. Mejor me abrazaré a mis compañeros".

Rovira se refirió a su próxima película, "El futuro ya no es lo que era", donde cambiará el tomo habitual de comedia, y en noviembre estrenará en el Festival de Málaga "100 metros", donde definitivamente Dani Rovira se pondrá más serio que nunca.

"La película cuenta la historia de Ramón Arroyo, un hecho real que le sucedió a una persona. Ramón padecía una esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa muy delicada. Esta persona pasó por diversas fases, se deprimió, pero luego remontó, empezó a hacer deporte y terminó un siendo un ironman", cuenta el actor malagueño.

El rodaje de "100 metros" termino hace cuatro semanas, y esa fue la clave para que Dani Rovira se presentara en forma en la Titan Desert. Ahora, junto a Ramón Arroyo, se presentará al medio Ironman de Calella, aunque admite que "es complicado buscar tiempo para estas hazañas, ya que hay que venir bien entrenado".

Rodar en las pistas marroquíes de la Titan Desert no resulta tan gratificante como rodar en un plató de cine.

"He sufrido lo que un ser humano puede sufrir. Mucho más difícil rodar por estas pistas. Al menos no recuerdo que en un plató de cine me haya dolido tanto el culo".

Rovira admite que "todo tiene su aquel", pero un plató de cine forma parte de su pasión real y agradece la posibilidad de convertir su pasión en su profesión. "El deporte, para mantener y mejorar la salud", dice.

Para su faceta de monologuista, Rovira ha tomado nota de muchos detalles en la carrera marroquí, pero posiblemente se queden en las jaimas, donde la convivencia con los 400 participantes es cercana.

"Hay muchas cosas que rascar, pero son cosas de "bicicleteros" de montaña. Aquí hay muy buen rollo con todos estos frikis de la bicicleta de montaña. Los tíos saben de todo, me preguntan por la presión que llevo en las ruedas, y yo que sé, les digo que van infladas, sin más".

Sin duda, Dani Rovira es el más famoso de todos los titanes, pero fuera de la carrera. Dentro de ella, aunque es inevitable hacerse "280 fotos", se siente como uno más.

"Todo esto me parece muy gratificante. Me conocen, me preguntan cosas, pero me siento muy agusto", concluye el dorsal 120 de la Titan Desert. Uno más, aunque sea el actor principal de la película más taquillera en la historia del cine español.

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