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Ester Requena
Viernes, 22 de enero 2016, 00:25
A partir de ahora cuando se busque la biografía de Francois Hollande aparecerá que ejerce como presidente de Francia, además de como novio «glotón, desaliñado y alérgico al compromiso». O esa al menos sería la definición que en 'petit' comité da su novia, la actriz Julie Gayet, según se desprende de las investigaciones realizadas por los periodistas galos Soazig Quéméner y François Aubel.
Los plumillas han recabado las curiosidades más jugosas de la pareja y las han resumido ahora en 'Julie Gayet, una intermitente en el Elíseo', un libro en el que se deja patente la gran influencia de la intérprete en su novio pese a que oficialmente no ejerce como primera dama. Eso sí, entra en el Elíseo como si fuese su casa, pero prefiere siempre hacerlo por el acceso trasero, en especial los fines de semana. «Vuelve locos a los servicios de seguridad», desvelan los periodistas.
A sus 61 años, Hollande siempre se convierte en el rey de todas las cenas que le gustan organizar a Gayet, 18 años menor, en el palacio con personalidades de lo más heterogéneas. Allí el presidente galo muestra su buen yantar y su mala percha. Pero por más que su relación saltase a la luz en 2014 (él salía además oficialmente con la periodista Valérie Trierweiler), la pareja sigue sin querer posar junta. Y menos pasar por la vicaría. «El político no deseó casarse con la madre de sus cuatro hijos, Ségolène Royal, no deseó casarse con Valérie Trierweiler y desde luego no piensa casarse con Julie Gayet», aseguran sus más cercanos.
Amenazas de muerte
Tampoco la intérprete tiene muchas ganas de dar el 'sí, quiero' viendo el precedente de Carla Bruni y cómo su carrera artística quedó relegada por seguir a Nicolas Sarkozy como primera dama, aunque en la Constitución no se le asigna un papel oficial.
Divorciada y con dos hijos, Gayet «vivió muy mal» el revuelo que se montó tras saltar a los medios que ejercía como la amante del presidente. Aunque acostumbrada a los flashes y las alfombras rojas, la polémica que se montó le hizo «incapaz de afrontar los medios de comunicación, fue muy duro», sentencian los autores del libro. La también productora recibió cartas con insultos y amenazas de muerte. «Su padre, Brice, realmente temió por ella», recuerdan una vez que todo se ha normalizado y la pareja ha perdido bastante interés.
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