¿Quién es Kate del Castillo, la actriz en la que confió ‘El Chapo’?

El eslabón entre Sean Penn y El Chapo Guzmán es una despampanante actriz mexicana de 43 años. Se llama Kate del Castillo y dio el salto de su última telenovela al vacío para hacer las veces de facilitadora de la polémica entrevista que el actor estadounidense efectuó al peligroso delincuente, y que ha permitido su detención. De ser así, como pintan todos los indicios, el suyo sería un impecable ejercicio de coherencia. No en vano, su último papel para la televisión ha sido el de Teresa, una mujer de Sinaloa, sin recursos ni expectativas, que acaba convirtiéndose en la baronesa del narcotráfico en su país. Vamos, lo que se dice un calco de la vida y obra del nuevo trofeo del presidente Peña Nieto.

La relación entre La reina del Sur y su álter ego en la realidad data de hace apenas cuatro años, cuando la intérprete ventiló un ataque de escepticismo vital en las redes sociales con un «hoy creo más en El Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades, aunque sean dolorosas...». La cosa no quedó ahí. Del Castillo echó el resto e intentó rescatar al malhechor del lado oscuro: «Señor Chapo, ¿no estaría padre que empezara a traficar con el bien? Anímese Don, sería usted el héroe de héroes, trafiquemos con amor. Usted sabe cómo».

El arrebato debió enternecer al criminal, que empezó a entablar contacto con ella al principio, epistolar y acabó por encargarle la producción y realización de una película autobiográfica. Según recoge un informe de la Procuraduría General de la República mexicana, Guzmán ya soñaba con ver su vida desplegada en la gran pantalla, antes incluso de protagonizar su espectacular fuga de la cárcel de El Altiplano, por lo que desde su celda le envió a sus abogados y le agasajó con flores y regalos. El biopic, por cierto, llevaría por título: El Chapo. El escape del siglo.

Tras perpetrar después su gran evasión, se refugió en Durango, al norte de México, a donde acudió a verle su admiradora desde Los Ángeles, donde reside. Para entonces, la Policía llevaba meses siguiendo la pista de esta mujer con página web de diva y ciudadanía estadounidense, que presume de implicarse en buenas causas, como el derecho de los animales a recibir un trato ético o el rechazo a la trata de personas en su país.