Macarena García: «No soy una chica muy explosiva y estoy contenta»

Macarena García, la Blancanieves torera de Pablo Berger y la becaria de la serie B&b, amadrina la nueva campaña de Amor Amor, el perfume del «primer beso». Formó parte del jurado que eligió a Marta Rodríguez, la joven vitoriana que protagoniza el spot de Cacharel. García se acelera al hablar, pero se la entiende perfectamente. «Soy una pila y la cabeza me va muy rápida», confiesa esta actriz a la que le encantan las colonias de bebé y el olor a vainilla.

¿Los actores sacrifican su vida para meterse en la de otros?

Yo trato de mantener íntegra mi vida. Si no, me volvería loca. Es verdad que pierdes mucho en el camino. Hay momentos en que no tienes vida más que para trabajar. Y, de repente, no tienes trabajo y tu cabeza se agobia. Pero compensa por goleada. Esta pasión nace del corazón y no la puedes evitar.

¿Es una obsesión o una pasión?

Es un poco una relación de amor-odio (Ríe). Hay veces que dices ¿por qué me he metido en esto? Pero no. Es, sobre todo, una pasión. Esa incertidumbre que surge cuando trabajas menos, del susto y vértigo que da, es también lo que nos gusta de esta profesión. No existe la monotonía. Todos los días puedes recibir una llamada con una nueva aventura. ¡Y así va a ser siempre! La incertidumbre asusta, pero nos da vida.

¿Le gusta que le digan que es los nuevos ojos del cine español?

¡Claro que me gusta! ¡Para qué te voy a engañar! Es un superpiropo.

¿Le gustaría ser también los ojos de la moda? Despierta mucho interés en las marcas.

No tengo especial interés.

¿Por qué?

Me meto en el juego y me divierto. Sin más. Son de esas cosas que te da la profesión. Te puedes poner ropa maravillosa que no llevarías de otra manera. Es atractivo jugar un día a ser de una forma y al siguiente de otra, pero en mi día a día no tengo especial interés por la moda. No me ocupa mucho tiempo.Me gusta actuar e interpretar.

Muchas actrices se han convertido en modelos.

Es verdad. Abres una revista y está llena de fotos maravillosas. Es que hay actrices de las que dices: ¿Pero cómo eres tan guapa? Algunas son bellísimas.

Para una actriz, posar será de lo más natural.

Es complicado, ¿eh? Siempre me cuesta soltarme para las fotos. Luego me relajo y ya está. Cuando actúas, estás con los pensamientos, la vida interior y la forma de vestir de otra persona. Por lo tanto, van a juzgar tu forma de actuar, pero no tu forma de ser. Aquí eres tú, pero ni siquiera en estado puro. Es difícil enseñar lo que verdaderamente eres.

¿Parecer más joven de lo que es...?

¡Hummm!

Parece una niña.

Tengo ya 27. Últimamente tampoco creo que parezca tan niña. Está bien porque, por mi físico, puedo optar: tirar para arriba y para abajo en cuestión de edad. Sin embargo, tengo muchas ganas de hacer papeles de mujeres interesantes, ser lo que siento que soy y mostrarlo.

¿Qué significa Cacharel?

Amor Amor me recuerda a cuando era más pequeña. Usé la colonia y huele muy bien. Hago esto creyendo en ello, que es la única manera de hacer estas cosas.

Formó parte de un jurado que eligió a la protagonista del vídeo.

Me puse en el otro lado de la barrera y me di cuenta de que recibir un no no tiene nada que ver con la valía de cada una.Vi a muchachas de las que me enamoré. Todas eran bellas a su manera, chicas superauténticas que, en principio, no encajaban en la típica belleza clásica.Me daría pena que creyesen que no valen. ¡Porque no es verdad! Lo importante es creer en una misma.

«No soy modelo para imitar»

¡Qué duro tiene que ser elegir a una sola chica y dejar con la miel en los labios a miles!

Es un poco el juego de la vida. Es un anuncio precioso y está genial, pero cada una tiene su camino. Es lo que me intento decir a mí cuando no me sale algo. Por lo que fuera, esto no es para mí, sino para otra. Le tocaba a ella y ya está.

¿Cómo se queda cuando la rechazan en los casting?

La tristeza me dura un día y lo asumo. Te das cuenta de que no pasa nada y que es lo que hay. Siempre estoy tranquila porque no soy nada vaga...

¿Qué quiere decir?

Que me lo curro mucho. Lo podré hacer mejor o peor, pero me esfuerzo mucho. Así me quedo tranquila.

Ya puesta, ¿no le hubiera gustado protagonizar el spot?

(Ríe) Me ha divertido la idea de elegir a una chica y ver su ilusión.

¿Aspira a convertirse en un icono? Es la actriz de moda de las nuevas generaciones.

Es una suerte porque siento que se me respeta y se me cuida mucho.Pero espero no ser un icono de nada. No tengo que serlo. Soy una persona muy normal, una trabajadora, y ya está. Estas cosas de las redes sociales, con adolescentes queriendo imitarte... Yo no pretendo ser eso porque no creo que sea nadie para imitar.

¿No se considera guapa?

Tampoco me considero fea, ¿eh? Soy normal. Hay días que me miro y me veo muy gorda y otros que me observo y pienso ¡vaya desastre de persona! Pero, vamos, no soy una chica muy explosiva. Eso lo sé, soy normal y estoy contenta.

¿Sigue pensando que debería haber sido más rebelde de joven?

También debería serlo más ahora (Ríe). Tengo que dejar de pensar un poco en qué es lo que debo hacer a todas horas, en qué pensarán los demás... ¡Y divertirme!

¿Es enemiga, como Kate Winslet, del bótox y los retoques?

Hace poco leí que iba a ser la nueva imagen de no sé qué marca e incluyó una cláusula para que no retoquen sus fotos. ¡Aplauso total! Es importante romper con esto, porque así las mujeres nos hacemos daño a nosotras mismas. El hombre, en cambio, es superatractivo con arrugas y canas. Estos gestos son valientes y necesarios. Y nada fácil de tomarlos, ¿eh?

No se permite a la mujer envejecer con dignidad.

No. Muchas chicas se miran en el espejo de mujeres que no son de verdad. Las mujeres somos reales, con nuestros días mejores y peores. Es importante que algunas actrices hagamos este trabajo porque damos la cara.

¿Ha dejado de soñar con ser psicóloga?

Ahora sueño con que me vaya bien como actriz y tener una carrera de larga duración, hecha paso a paso. ¡Ojalá lo consiga!

Sigue acelerándose al hablar, pero se la entiende todo.

Me pasa desde pequeña (Ríe). Cuando empecé a actuar en Amar en tiempos revueltos estaba nerviosísima y no se me entendía. Pero ya pasó ese problema. Venía la directora y decía Macarena, no te entiendo na-da. Tuve que hacer un supertrabajo para hablar más despacio y pronunciar mejor.