La millonaria amiga de Hillary que todo lo que hace "perfecto"

Queda poco más de un mes para que Estados Unidos celebre su tradicional Thanksgiving (la fiesta de acción de gracias) y las yanquis ya se preparan para desempolvar la receta del pavo. Pero no una cualquiera... sino la del «pavo asado perfecto» de Martha Stewart, la impecable anfitriona norteamericana, la reina del estilo de vida en todos los hogares, de California a Nueva York, de Texas a Dakota del Norte. En ella se mezcla el glamur de Isabel Preysler con el tirón mediático de Ana Rosa. Siete de cada diez mujeres en EEUU aseguran que Stewart ha sido su gran aliada en las tareas domésticas (desde la cocina a la decoración) gracias a sus programas de televisión, revistas y libros. Con esas armas levantó un imperio hoy en horas bajas del que habla estos días en Madrid, donde ha recalado de la mano del embajador estadounidense, James Costos y, sobre todo, de su pareja, el decorador Michael Smith, amigo personal de Stewart.

Es posible que su nombre les resulte familiar porque se suele colar en los diálogos de series y películas de éxito, donde se la cita al decorar una mesa para una cena especial, al hornear un pastel o al cortar las rosas del jardín.

Al otro lado del charco su fama rivaliza con la archiconocida Oprah Winfrey. Pero también su fortuna personal, que llegó a cifrarse en 562 millones de euros. ¿Pero quién es realmente Martha Stewart? «Convertí algo trivial como las tareas del hogar en arte, en emprendimiento», resumió ayer esta gurú de 74 años en una conferencia en la Casa de América. Las enseñanzas de su madre sobre cocina y costura, los consejos sobre conservas y confituras de su abuela y sus horas en el jardín con su padre son la base de su éxito. Aunque todo empezó en los años 80 en el garaje de un rancho vecino al de Paul Newman en el que nació su negocio de catering tras hacer sus pinitos como modelo llegó a trabajar con Chanel y corredora de bolsa.

El boca-oreja la llevó a escribir su primer libro con consejos y recetas, Entretenimiento, que la lanzó a la fama... y le abrió las puertas de la televisión. Casi dos décadas asomándose a la pequeña pantalla de millones de hogares con sus recomendaciones la convirtieron en la gurú del estilo de vida en Norteamérica. La revista New York se deshizo en elogios y la nombró «la mujer americana definitiva de nuestro tiempo». Sus sugerencias sobre cocina, decoración, mascotas, eventos... han pasado a formar la biblia de todo el que quiera lucirse en casa. De ahí surgieron sus dos revistas mensuales que aún edita sobre organización de bodas y estilo de vida (que llegó a vender más de dos millones de ejemplares), páginas webs o aplicaciones para móviles, además de líneas de muebles, ropa de cama, accesorios de cocina, vino... ¡y hasta casas inspiradas en su hogar y una gama de azulejos! Todo con su nombre como principal reclamo.

Entre las más poderosas

Su imperio alcanzó en el mercado los 900 millones de euros, pero lo tuvo que malvender este verano por cinco veces menos, unos 179 millones. Eso sí, se aseguró seguir al frente de la parte creativa y se quedó con un pequeño paquete de acciones. Y nada del sueldo que superaba los 4 millones de euros. Normal que en el año 2007 la revista Who la situara en el tercer puesto de las millonarias del mundo del espectáculo por encima de Jennifer Lopez, Jennifer Aniston y Julia Roberts. Forbes la incluyó entre las cien mujeres más poderosas del mundo.

Pero a Madrid llegó en primera clase de un vuelo regular de Iberia, dejando atrás su avión privado o sus lujosas escapadas a México en las que soltaba más de 15.000 euros al día en resorts de lujo. Con esta intensa biografía a pocos extraña que su vida fuese llevada a la pequeña pantalla en una tv-movie (Nacida para triunfar) que protagonizó Cybill Shepherd. Una cinta que tuvo segunda parte en 2005 tras dar Martha con sus huesos en la cárcel por fraude de valores, obstrucción a la justicia, conspiración y realizar declaraciones falsas a la policía. Cinco meses de arresto que los telespectadores siguieron como un culebrón por capítulos muy similar al patrio de Isabel Pantoja. La prisión también inició el declive de sus negocios, lo que coincidió con la crisis económica. Y encima su única hija la puso a caer de un burro en una biografía en la que echaba por tierra la imagen idílica de ama de casa que proyectaba en televisión.

Pero Martha ha resurgido de sus cenizas y, aunque sus programas se retiraron por baja audiencia, no para de maquinar ideas para devolver su marca personal a lo que fue. Y todo ello mientras hace campaña por Hillary Clinton junto a la editora de Vogue la temible Anna Wintour, un tridente muy poderoso e influyente.