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joaquina dueñas
Jueves, 20 de agosto 2015, 10:22
Los hemos visto descansando en Ibiza y ahora le ha llegado el turno a Sotogrande. La exclusiva urbanización gaditana acoge estos días a tan ilustres visitantes, Jaime de Marichalar, exmarido de la infanta Elena y sus dos hijos, el joven Felipe Juan Froilán y su hermana pequeña, Victoria Federica. Alejados de ruidos y polémicas los hemos vistos pasando una relajada jornada de playa. Los niños pasaron la tarde jugando a las palas y bañándose mientras su padre los observaba relajado, sin desprenderse de su habitual camisa blanca de manga larga. Un estilismo alejado de lo que conocemos generalmente como ropa de playa que completaba con bañador de cuadros, gafas de sol de espejo, gorra roja y mocasines.
Froilán fue una vez más objeto de miradas y comentarios. El joven acaba de cumplir 17 años y es un chico movido y divertido que no para un segundo, igual se baña que hace deporte, que juega con una tabla de surf. En definitiva, lo propio de la edad en un joven que es objeto de escrutinio diario en cada uno de sus movimientos y que es también uno de los miembros de la familia que mayores simpatías despierta entre los ciudadanos. Sus aventuras y desventuras narradas periódicamente en revistas y programas de televisión no hacen más que acrecentar el interés por su figura que, al menos en la playa de Sotogrande, despertó no pocas sonrisas.
Quizás sea ese carácter afable y campechano, a buen seguro heredado de su abuelo el Rey Emérito Juan Carlos I, lo que ha enamorado a la que dicen es su novia desde la pasada primavera. Una chica que ha conocido en el centro donde cursa actualmente sus estudios, el Colegio Sagrada Familia de Sigüenza, en Guadalajara.
La figura de su hermana, Victoria Federica, es, sin embargo, mucho más desconocida. Siempre discreta, no se le conocen travesuras o polémicas, a punto de cumplir los 15 años el próximo 9 de septiembre. Sus aires sencillos y su indumentaria, siempre muy natural, contrasta con los estilismos elegidos por su padre, habitualmente llenos de color y culminados con su tradicional fular, objeto de miradas y comentarios.
Antes de llegar a Sotogrande con su padre, hemos podido ver a los dos hermanos Marichalar-Borbón acudiendo a los toros, en el regreso de la tauromaquia a la Semana Grande de San Sebastián, en compañía de su madre y del abuelo materno, ambos reconocidos aficionados taurinos.
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