Madonna se sentía «atrapada» con su ex

Madonna proclama su corazón rebelde en su último disco (Rebel Heart) y, sobre todo, su pulso pragmático para seguir bombeando dinero a su cuenta corriente. La diva no pierde oportunidad y todo le vale para promocionar su regreso a los escenarios y a las tiendas de discos. Si hace unos días era una cuando menos sospechosa caída durante la presentación de su nuevo trabajo, ahora ha iniciado un frenético recorrido por la pasarela mediática para sacarle partido a todo su universo vital.

Rebel Heart está lleno de letras bastante explícitas sobre el mundo del sexo. En Holy water ella canta Bésame detrás/ Mójalo/¿No sabe como agua sagrada? En S.E.X. la letra no cambia mucho. En plena grabación sus cuatro hijos acudieron a buscarla al estudio. «Yo quería que me tragara la tierra», confesó la cantante en el programa de televisión Today que presenta Carson Daly en la NBC norteamericana. Aparte de preguntarse por la inoportunidad de la visita, aclaró más tarde que las peores reacciones fueron de Lourdes León, su hija mayor de 18 años, que le confesó estar «horrorizada por las letras; ella solo quiere que sea su mamá». Los dos pequeños (David y Mercy James, 9 años) «no saben en realidad lo que se dice» y al mediano, Rocco Ritchie (14 años), le da todo igual y dice que su madre «es así».

"No se me permitía ser yo"

La reina del pop continuó con su ensalada de entrevistas profesionales y vitales en el tabloide británico The Sun, donde se puso a explicar por qué había cortado su matrimonio con el director de cine británico Guy Ritchie, algo de lo que ya han pasado siete años. Y parece que el fracaso matrimonial emparenta con el conflicto que vive para hacer entender a sus hijos el trasfondo de sus canciones. «En muchas ocasiones quería expresarme artísticamente de maneras que sabía que incomodaría a mi marido. A veces me sentía atrapada. No se me permitía ser yo misma realmente».

Mientras mantiene «un tira y afloja» para promocionar su disco y «al mismo tiempo estar con mi hija», Madonna empieza a entender por qué su corazón rebelde no ha dejado de atormentarse estos años con nuevos y casi siempre breves y jóvenes amoríos. «Si eres artista necesitas encontrar a alguien que te acepte como eres y sepa aceptar todas tus excentricidades».