Clara Lago besó apasionadamente a Dani Rovira tras ganar el Goya al actor revelación.

El premio fue el beso

El morreo de Dani Rovira y Clara Lago al estilo Iker y Sara se convirtió en el momentazo de los Goya. Son la pareja de moda

PPLL

Sábado, 14 de febrero 2015, 01:20

A Dani Rovira (Málaga, 1980) y Clara Lago (Torrejón de Ardoz, Madrid, 1990) les habían pillado los paparazzi besándose, paseando en moto, haciendo la compra... y hasta de comida familiar. Pero ellos, de su noviazgo ni mu por más que se les insistía. Se dedicaban a piropearse (solo profesionalmente) y capeaban la eterna pregunta desde Ocho apellidos vascos. Pero no hay nada como un premio para que afloren los sentimientos, aunque haya millones de personas pendientes de cualquier detalle. Que se lo digan, si no, a Iker Casillas y Sara Carbonero. La pareja del momento tampoco pudo aguantar la emoción en los Goya y su beso se convirtió en el momentazo de la gala. Fue escuchar que le daban a su novio el galardón a mejor actor revelación, y Clara Lago se abalanzó sobre él con un fogoso beso del que se sigue hablando.

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En Twitter la pareja logró acaparar el minuto de oro, con 3.682 tuits en apenas 60 segundos. «Beso» era lo que más se repetía. En Youtube su euforia amorosa lleva más de un millón de reproducciones, ha acaparado las portadas de las revistas del corazón... Por supuesto, las comparaciones con el arrumaco de Iker y Sara surgieron enseguida. «Aunque era mucho más esperable o menos impactante un beso por parte de Clara y Dani por el entorno en el que se encontraban», detalla Santiago Mollinedo, director de Personality Media, una empresa que mide el nivel de notoriedad de 2.120 famosos y asesora a empresas que buscan caras conocidas para sus campañas de publicidad.

Pero el morreo los ha devuelto al candelero. Sin olvidar las caritas emocionadas de ella y la dedicatoria de él: «La mejor compañera en todos los sentidos. Esto lo compartimos, ¿vale? Yo me quedo con la peana y tú con el cabezón». Solo unos días después el malagueño le restaba hierro al asunto. «Es mi compañera de reparto y mi compañera en la vida; cualquiera lo hubiera hecho». Y punto. Vuelta a la discreción que gobierna sus pasos desde que surgió el flechazo en la película española más taquillera de la historia (56 millones de euros).

Su amor saltó de la gran pantalla a la realidad. Aunque no se sabe si, como en la cinta de Emilio Martínez Lázaro, fue el chico quien insistió para ligarse a la chica. Ellos no sueltan prenda, salvo a sus íntimos. Como Carmen Machi, la madre y suegra de la pareja en la ficción, testigo del idilio en tierras vascas. La veterana intérprete se limita a hablar de lo «bonito y llamativo» que fue que Clara no pudiese «controlar su pasión por la alegría». Algo que no chocó a los amigos de la joven, que la definen como una romántica. Una vez incluso llegó a perder un vuelo por un chico.

Criada en los platós desde que debutase en la serie Manos a la obra con apenas 9 años, Clara cree en el destino. Ese que le puso a Rovira, Rovi para los amigos, como su partenaire sin esperarlo. Ocurrió así. Eva Leyre, una de las directoras de casting de Ocho apellidos vascos, se encontró con que su hijo le suplicó que le llevara a ver el monólogo que por esas fechas Rovira interpretaba en un teatro de Madrid. Leyre se quedó tan impactada que a los pocos días volvió al teatro, esta vez acompañada de su socia de castings, Yolanda Serrano. No tardaron en ver claro que el cómico debía dar vida a Rafa y le pusieron el guión sobre la mesa.

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Rovira se tiró a la piscina y dijo sí. Porque no tenía ni la más remota idea de los entresijos de un rodaje... las marcas en el suelo para los tiros de cámara, los micrófonos de pértiga... Clara, más experta, le ayudó mientras surgía el amor. Ella acababa de terminar su relación con el actor Ferran Vilajosana.

Con Dani las piezas empezaron a encajar. Tan claro lo tuvieron que rápidamente realizaron las presentaciones oficiales a sus familias. Se llevan diez años, pero comparten afinidades más allá de la del cine. Para empezar, el malagueño comenzó como cuentacuentos en los bares, lo que ha vivido de primera mano la actriz, ya que su madre ejerce como cuentacuentos profesional. A ambos les pirra el deporte. Él se licenció en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Granada, cuenta con un armario solo con ropa deportiva y no hay día que no saque un huequecito para correr al menos diez kilómetros. Su mejor marca en el medio maratón de Málaga: 1 hora y 55 minutos. A ella le tira más el Pilates, donde ha contado con el mejor monitor: su hermano. Aunque ahora ejerce de profesor de submarinismo en Jamaica, a donde la pareja se escapará en cuanto encuentren un hueco.

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Actos benéficos

Las vacaciones de Navidad las pasaron en Málaga al abrigo de los Rovira, disfrutando de los dos sobrinos y los amigos. También aprovecharon para compartir escenario en una obra benéfica, una labor que el cómico lleva varios años realizando y en la que por primera vez participaba Clara Lago. En una hora volaron las entradas para todas las funciones. El día de Nochebuena, el presentador de los Goya no faltó a su tradicional cita en un comedor social repartiendo alimentos.

Clara Lago

  • 24 años. Una noche de siembra de luna llena pidió el deseo de ser actriz. Al día siguiente le llegaba un pequeño papel en Manos a la obra. Tenía solo 9 años. Un año después tendría su nominación al Goya como actriz revelación por El viaje de Carol. No lo ganó se lo llevó Lolita, pero cumplió su sueño de conocer a Penélope Cruz.

  • Larga carrera. Desde su debut no ha parado de trabajar en cine y televisión. Tiene pendiente varios estrenos a los dos lados del Atlántico, entre ellos Welcome to Harmony, junto a Matthew Fox (Perdidos).

Clara, además, ha aprendido a compartir el corazón de Rovi con sus perros: Buyo (por el portero del Real Madrid, uno de sus ídolos al que pudo saludar hace unos meses) y Carapapa. Y también ha aprendido a hablar con acento malagueño. A la madrileña le bastan unas horas en la ciudad para mimetizarse con el toque boquerón y hasta conoce la curiosa forma de pedir los cafés (como la nube doble una leche manchá de café que Rovira le soltó a Antonio Banderas en la gala).

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Él se ha acostumbrado a cortarse a la hora de pedir fritos en los restaurantes y a disfrutar de la comida japonesa. Y ya sabe que cuando Clara se encuentra de bajón, nada mejor que ponerle unos capitulitos de Friends para animarla. El fin de semana antes de los Goya, para desconectar un poco de los nervios de la ceremonia, se dejaron ver en un concierto de Vanesa Martín y al día siguiente se plantaron en Zaragoza para apoyar la obra de teatro Lluvia constante, de Sergio Peris-Mencheta y Roberto Álamo.

Dani Rovira

  • 34 años. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de Granada, pronto vio que se le daban muy bien los monólogos. Sus estudios los compaginaba con actuaciones en bares y teterías donde todo no eran risas. «Llegaron a tirarme hasta un servilletero», recuerda el cómico.

  • Fama. Sus actuaciones le llevaron a la Paramount Comedy, de donde saltó a El club de la comedia. Cuenta con monólogos con más de 2,5 millones de reproducciones. Colaboró en algunos programas hasta que la interpretación llamó a su puerta con Ocho apellidos vascos.

Todo bajo el objetivo indiscreto de los paparazzi, que siguen de cerca su noviazgo. «Tras los Goya no creo que la pareja se revalorice ms allá de estos días», detalla el paparazzi marbellí Diego Arrabal, la sombra de Iker y Sara desde que se hicieron novios.

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A Dani y Clara les gusta despistar a la prensa. Como ocurrió hace unos meses en Málaga. Arrabal recuerda cómo, tras salir de la casa de los padres del actor, se zafaron de los focos cruzando y pillando un taxi en dirección contraria.

Muchos los consideran los nuevos Penélope Cruz y Javier Bardem, pero ellos caen mejor, ¿no?

Ni por asomo son comparables. Son radicalmente distintos. Especialmente Javier Bardem que tiene una imagen extremadamente polarizada en España, detalla el director de Personality Media.

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Rovira gana a Bardem en cercanía, confianza y naturalidad. Por algo ha protagonizado cuatro campañas de publicidad en los últimos meses, una de ellas con Cameron Diaz en la cama. Entre Pe y Clara, la cosa anda más equilibrada. La veinteañera marca tendencia entre los jóvenes de su edad.

Como los Bardem, los Rovira seguirán dando que hablar. Si en 2014 se alzaron como las celebrities más buscadas en Google en España (solo superados por Conchita Wurst y el cambio de cara de Renée Zellweger), en 2015 no se quedarán atrás. Y no solo por ese beso arrebatador del sábado pasado. Juntos se volverán a encontrar en la gran pantalla en Ahora o nunca (aunque a Clara le levante el chico María Valverde) y la esperadísima segunda parte de Ocho apellidos vascos. Son la pareja de moda.

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