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Ester Requena
Martes, 13 de enero 2015, 00:50
Como cualquier mortal, los famosos se han subido estos días a la báscula para calibrar los 'daños' de los excesos navideños. Y no solo por los dulces y demás atracones que se han regalado, que los brindis con burbujas y alcohol también llevan su buen lote de calorías directas a las cartucheras y la barriga. Las fiestas no han perdonado ni a la estilosa Naomi Campbell, que ya ha puesto en marcha su cura depurativa. Por más 'diosa de ébano' que sea, la modelo no luce esa silueta por genética, sino porque cierra la boca cuando tiene un desfile a la vista. Hace unos meses confesaba que no pudo dormir tras tomarse un algodón de azúcar, así que ¡imagínense tras las comilonas navideñas! Porque ha abierto la boca... y mucho. El día de Navidad lo felicitaba con una espectacular tarta fondant. Ahora ya ha puesto punto y final a esos caprichos.
Aunque no sigue la televisiva dieta CLM de Karlos Arguiñano, o lo que todos conocemos como 'comer la mitad' y volver al gimnasio. Las famosas se inclinan por regímenes más curiosos, en los que la última moda es la dieta detox, consistente en zumos de frutas y verduras depurativos.
No hay cara conocida en Hollywood a la que no se la haya pillado paseándose con un vaso de batido verde en la mano. Jessica Biel, Jennifer Garner, Miley Cyrus, Blake Lively o Miranda Kerr... Incluso Salma Hayek ha fundado su propia compañía de batidos que limpian por dentro, a los que la Campbell se ha hecho asidua a sus 44 años. De hecho, cuando regresó a las pasarelas se pasó diez días solo bebiendo zumos de zanahoria, jengibre y piña para soltar lastre. Y cuando vuelva a su peso, reducirá los zumos a dos o tres veces a la semana.
Otra de las dietas que ha entrado con fuerza en el mundillo del cuore es la Perricone. Entre sus principales seguidoras para la cuesta de enero se encuentra Cate Blanchett. La veterana actriz seguro que se libra de los excesos con el régimen express de tres días que no pasa de las 1.500 calorías. Su base: salmón en las principales comidas, ya sea al horno, vapor o papillote. Incluso en el desayuno, que se completa con una tortilla de tres claras y una yema. Un plan que dicen que también han probado Julia Roberts, Uma Thurman o Eva Mendes, además de las patrias Nati Abascal, Patricia Conde, Eugenia Silva... Incluso se especuló con que doña Letizia también la seguía, porque más que contra los kilos, sus partidarios aseguran que lucha contra las arrugas.
A dieta, pese a sus 48 kilos
La que pasa de las modas a la hora de ponerse a dieta es la diseñadora Victoria Beckham. Ella continúa fiel a la dieta alcalina... aunque no la necesita. Apenas pesa 48 kilos. Al menos la señora de Beckham ya ha dejado atrás los inhibidores del apetito y laxantes, además de los siete kilómetros que corría al día para lucir hace años esa estilizadísima silueta. Solo come productos frescos y sin aditivos, principalmente verduras y frutas, y nada de pan o bollería. Sin olvidar un zumo de limón o lima al día con algo de ejercicio moderado.
Natalie Portman tampoco destaca por meterse entre fogones. Y menos tras las navidades, porque es seguidora de la 'raw food'. O lo que es lo mismo: comer alimentos crudos. La oscarizada protagonista de 'Cisne negro' no enciende la cocina salvo para calentar el agua de sus infusiones. Su dieta se basa en ingerir productos elaborados a menos de 40 grados, aunque todo forma parte, según los seguidores de esta tendencia, de una tipología de vida. Así que nada de huevos o leche -salvo la materna y las vegetales-. Y si Natalie se toma un queso, está elaborado a base de anacardos o frutos secos similares.
Igual de restrictivas son las normas que se impone Madonna para no pasarse de la raya. La artista respeta a pie juntillas la dieta macrobiótica. O sea, adiós a la carne, la leche o el azúcar. Y sus platos se hacen aún más complejos porque sus recetas las supervisan rabinos para que la artista cumpla las leyes judías al formar parte de la Cábala. Por eso nunca come fuera de su casa, «porque no puedes saber lo que te sirven», asegura. Para saciarse siempre lleva en el bolso semillas de lino (muy bueno contra las afecciones gastrointestinales) que ingiere a todas horas. Aunque a Madonna poca falta le hace ponerse a dieta ya que se machaca en el gimnasio ¡tres horas al día!
Pero el premio en lo que a prohibiciones se refiere se lo lleva Angelina Jolie y su dieta del ayuno (también conocida como 5.2). Consiste solo en tomar 500 calorías dos días a la semana (lo normal son 1.900 al día). Algo con lo que los nutricionistas ponen el grito en el cielo. Si solo una pera computa como 68 calorías, imaginen lo que uno se encuentra en el plato esos días.
Tras el embarazo
Bastante más se mete Kim Kardashian entre pecho y espalda... Lo hace aunque esté a dieta y no solo para mantener su voluptuoso trasero. Cuando los excesos se van al resto de las curvas de su cuerpo confía en la dieta Atkins. Curiosamente un régimen que le recomendó su padre cuando ella era adolescente. Ambos querían decir adiós a unos kilitos y les vino muy bien. Recurrió también a este régimen para quitarse los 19 kilos que pilló en el embarazo. La esencia de la Atkins: reducir los carbohidratos y centrarse en las proteínas. Todo con vista a perder grasa y aumentar la masa muscular para continuar quemando calorías.
De la nevera de Sarah Jessica Parker cuelga un plan de comidas más variado gracias a la dieta Hamptons. De todo, pero poco. Obviamente nada de dulces por más que en 'Sexo en Nueva York' no se privase de ellos... y de esos cócteles tan calóricos con tanta mezcla. Y salvo por exigencias del guión, nadie la verá con un plátano o picando unas uvas, totalmente prohibidas.
La Dukan ya no aparece entre las preferidas de las famosas, una vez que los endocrinos pusieron el grito en el cielo por sus posibles efectos. Y eso que antes muchas se declararon asiduas, como en su momento Caritina Goyanes. Los mentideros ingleses contaron en su día que hasta la familia Middleton al completo la siguió para lucir radiantes en la boda real. Incluida Cate y su hermanísima... y su fotografiado trasero.
También hay malas lenguas en Hollywood. Allí dicen que si hay una persona obsesionada con guardar su figura esa es Gwyneth Paltrow. En Talavera de la Reina, donde vivió durante un intercambio cuando tenía 15 años y con el que guarda un vínculo especial, probó las migas, el lechazo y las torrijas. Con el paso del tiempo se ha entregado a todos los regímenes existentes y se somete a estrictas normas alimentarias que amplía a sus hijos. Ellos solo tienen permitido tomarse una galleta Oreo y una Coca Cola a la semana. Así que la duda es cuál hará estos días por más que publicara su propio libro de recetas para perder peso.
En cuanto a las 'celebrities' patrias, pocas revelas sus armas para librarse de los kilos de más. Como mucho cuentan que siguen un plan de comida equilibrado y que hacen algo de deporte. Salvo las que se aficionan a la dieta de la alcachofa... previo cheque por posar en el 'photocall'. Por él, y por las pastillas de esta verdura, han pasado Jessica Bueno, Rocío Carrasco, María José Campanario, Rosario Mohedano o Chabelita. Todo sea por soltar el lastre navideño.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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