Borrar
El gol de Hacienda

El gol de Hacienda

La Agencia Tributaria ha llegado a un acuerdo con futbolistas como Iniesta, Piqué, Xabi Alonso o Casillas para que paguen más impuestos por los derechos de imagen

fernando miñana

Lunes, 10 de noviembre 2014, 02:28

Los futbolistas han topado con un marcador incómodo y pegajoso. Hacienda ha comenzado a perseguir a los astros del balón, que sienten su sombra por donde van desde hace meses. El fisco ha dirigido el foco hacia los vestuarios y ha lanzado su red. ¿Se trata de una medida populista, una forma de distraer la atención de asuntos más turbios, o de evitar que el fútbol deje de vivir ajeno a los rigores de la Agencia Tributaria?

La deuda del fútbol

  • La Liga se pondrá al corriente en 2020 El presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, insiste que «en la temporada 2019/20 no existirá la deuda del fútbol español con la Agencia Tributaria». Tebas también aclara que «aplazar el IRPF es una medida excepcional» que solicita la Liga para seis clubes que tienen «una deuda de 69 millones de euros». Sin ella «pueden ir a la liquidación». También dijo, hace dos meses, que la aplicación del sistema de control económico sobre los equipos «redujo la deuda, pero alguien de Hacienda quiere liquidar a los clubes». La directora de Recaudación de la Agencia Estatal de Administración Tributaria le ha puesto una querella y el juez la ha admitido a trámite.

  • 15% del sueldo es por derechos de imagen. Y esta parte está gravada fiscalmente con un 30% para aquellos jugadores con más de 10 millones de euros de ingresos brutos. Su imagen genera beneficios al club (retransmisiones y venta de camisetas) y a la sociedad que gestiona sus derechos (publicidad).

  • 85% del sueldo es por su contrato federativo; es decir, por su rendimiento o su valor deportivo. Aquí el tipo de gravamen es del 52% (e incluso el 56% en Cataluña) en aquellos jugadores que superan los 10 millones de euros de ingresos brutos por temporada.

La última vuelta de tuerca se produjo el año pasado, cuando se destapó el escándalo fiscal que le ha costado a Leo Messi 10 millones. Entonces se revisaron las sociedades, surgidas a raíz de un acuerdo político convertido en ley en 1996, que utilizan los jugadores para poder percibir un 15% de su sueldo en concepto de derechos de imagen. Esta parte de su 'nómina' tributa por el impuesto de sociedades (el 30% en 2014). La parte principal de la ficha está sometida a la escala del IRPF, que en la mayoría de los casos es del 52%, aunque en Cataluña sube al 56%. Los clubes del País Vasco -hasta este año los jugadores del Athletic pagaban la mitad de lo que les correspondía por IRPF- y Navarra han quedado exentos de esta investigación porque rinden cuentas a las haciendas forales.

Las estrellas del fútbol español no se han atrevido a echarle un pulso al fisco. Casillas, Xavi, Iniesta, Sergio Ramos, Villa, Xabi Alonso o Puyol han tenido que descorrer las 'cortinas' de las sociedades creadas para gestionar su imagen, demostrar que son reales -no una tapadera, como cree Hacienda- y pagar el desajuste que les reclama por los últimos cuatro ejercicios, los que no han prescrito. Es difícil calcular una cifra exacta, pero la Agencia Tributaria les demanda cerca del 2% de la totalidad de los ingresos que se llevan por temporada, que incluye la ficha federativa y lo que ganan por su imagen. Esto permite calcular que, por ejemplo, un jugador como Andrés Iniesta, que ingresa 6,8 millones por contrato federativo y 9,5 millones por publicidad, debe apoquinar 320.000 euros, que multiplicados por cuatro dan 1, 2 millones.

Libres de investigación

Con la ley en la mano, según las fuentes consultadas, los asesores fiscales tenían argumentos de sobra para litigar contra la Agencia Tributaria, pero todos han optado por la vía más prudente, llegar a un pacto y no hacer ruido. ¿El motivo? Temían que la imagen de sus clientes se deteriorara, que los ciudadanos entendieran que trataban de escaquearse de sus obligaciones fiscales en estos tiempos de crisis y corrupción.

Los mejor pagados

  • No hay muchos futbolistas en España que superen los 10 millones de euros de ingresos brutos. Estos son los que tributan el máximo fijado por la ley. Esta norma no atañe solo a los deportistas sino también a los artistas. Sergio Ramos, Xabi Alonso, Iker Casillas, Gerard Piqué, Lionel Messi, Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Carles Puyol, David Villa.

Pero, sobre todo, como apunta José María Mollinedo, de Gestha (sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda), «los asesores han aconsejado tragarse este sapo porque cuando aceptas el pacto y firmas un acta (con conformidad o acuerdo) dejas zanjada tu situación tributaria». Este respiro, para un futbolista con unos ingresos que superan los cinco o los seis millones de euros netos, compensa el desembolso, aunque lo consideren injusto.

El economista José María Gay de Liébana, experto en estas lides, recela de esta presión sobre el fútbol, porque desde 1996 la Agencia Tributaria no había dicho ni pío al respecto. «Me parece que lo que ha hecho Hacienda es cambiar las reglas del juego con el partido empezado y sin previo aviso. Eso nos lleva a una inseguridad jurídica y no es moralmente aprobable», critica. Gay de Liébana comparte la opinión de los asesores fiscales y representantes de futbolistas que hablan de un «afán recaudatorio desmedido» y cree que Hacienda hace ruido para desviar la atención. «No se puede pasar de la noche al día a esta velocidad. Soy el primero en reclamar que el fútbol pague como todos. Pero es como la presión sobre los clubes, no pueden mandar un ultimátum y hundir a un club como el Zaragoza. Creo que Hacienda debería saber que hay más porquería cerca de los que mandan que en el fútbol».

Un asesor fiscal de importantes jugadores de Primera División, que pide mantenerse en el anonimato, abunda en que el Gobierno ha cambiado las reglas sin avisar. «Que anuncien las nuevas y nos ajustaremos». Porque los asesores hilan muy fino y no se la juegan, como recuerda José María Mollinedo: «Esos jugadores que ganan más de cuatro o cinco millones de euros netos, es decir, una minoría, trabajan con grandes firmas de la asesoría como Uría, Cuatre Casas, Mackenzie... que no cometen errores de este tipo».

El problema, aunque aparentemente no tiene nada que ver, procede del 'caso Messi' y su triple delito fiscal. Del uso de compañías ficticias para hacer de pantalla. Ahí se encendió la alarma. Aunque los asesores fiscales insisten en que no es lo habitual y que, además, «el régimen especial que se firmó en 1996 no establece ningún tipo de requisito a estas sociedades».

Presión sobre los clubes

Esta presión fiscal inesperada tendrá sus consecuencias en las próximas negociaciones de contratos. Los jugadores más codiciados le pasarán el 'muerto' al club y pedirán una cantidad redonda en neto. De esta forma, la entidad deberá asumir la diferencia económica.

Pero detrás de este hecho puntual subyace la sensación de que Hacienda estrecha cada vez más el cerco sobre el fútbol. El Gobierno ha visto un filón para mejorar su imagen y quiere hacer valer en el fútbol el desarrollo de la ley 7/2012 sobre la lucha contra el fraude en materia de aplazamientos y fraccionamientos de las retenciones, improrrogables en la rentas de trabajo.

Aunque la Liga de Fútbol Profesional (LFP) considera desmedida esa presión y acusa a Hacienda directamente de querer liquidar a los clubes. El fútbol, a cambio, tiene a su favor el sentimiento de sus hinchas. Son pocas las administraciones que se atreven a meterle mano a un club por miedo a que toda su masa social se ponga en su contra. Por eso, la Agencia Tributaria se vio obligada a emitir un comunicado para recordar que trata igual a todos los contribuyentes y que los clubes de fútbol deben cumplir con sus obligaciones.

La LFP y el CSD (Consejo Superior de Deportes) siguen con su reto de hacer frente a la deuda con la Administración en los próximos cinco años. El último informe de la Liga afirmaba que este año se había reducido la deuda de los clubes a 482 millones de euros. Eso implica un descenso de 165 millones en una temporada. Aunque otras fuentes aluden a que este cálculo excluía al País Vasco y Navarra, que dependen de sus haciendas, y que, en verdad, la deuda real es de 564 millones.

El que está libre de todos estos líos es Cristiano Ronaldo, el jugador mejor pagado y el que paga menos impuestos (24%) gracias a la 'ley Beckam', ya derogada. Eso sí, el próximo año, será como los demás.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur El gol de Hacienda