La diplomacia gay de EE UU

James Costos no es un embajador más. A sus 51 años, el representante del país más poderoso del mundo en Madrid apenas tiene experiencia diplomática. La primera vez que pisó una embajada fue cuando Obama le puso al frente de la de España, con el fin de recompensar las generosas aportaciones que realizó a la campaña para su elección. En los ambientes artísticos, sin embargo, Costos se desenvuelve como pez en el agua. Antiguo directivo de la cadena de televisión HBO, productora de series como Los Soprano o Juego de Tronos, está acostumbrado a codearse con todo Hollywood y parece dispuesto a trasladar a la capital los usos y costumbres del otro lado del Atlántico. El pasado sábado ofreció en su residencia de la calle Serrano una fiesta para celebrar su segundo aniversario en España, donde congregó a un centenar de personalidades del mundo de la farándula, con una generosa representación del colectivo gay.

Sabido es que Costos no oculta su homosexualidad. Su pareja, a la sazón el embajador consorte de EE UU en Madrid, es el decorador Michael Smith, autor de la reforma del despacho oval de la Casa Blanca. La fiesta dejó un buen sabor de boca entre los invitados, entre los que se pudo ver rostros conocidos como los de Alaska, Miguel Bosé, Boris Izaguirre o Javier Cámara. Algunos de ellos no dudaron en posar con los marines que se encargan de la seguridad.