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Naomi Campbell se ha comprometido en la lucha contra el racismo en las pasarelas.
¿La nueva diosa del diseño?

¿La nueva diosa del diseño?

Naomi Campbell comienza a crear su propia ropa. A los 44 años parece que se ha relajado e incluso quiere ser madre soltera

Ester Requena

Martes, 16 de septiembre 2014, 17:08

Pasar la crisis de los 40 le ha sentado bien a Naomi Campbell. La modelo se ha relajado y ya no monta escandalosas trifulcas por cualquier tontería. Ahora, con 44, se ha centrado en ella misma. Y más desde que su último novio, el millonario ruso Vladislav Doronin, de 50, la dejara compuesta y sin boda tras cinco años de relación. Un compromiso que estuvo a punto de vestir de blanco a la maniquí. Tenía hasta el regalo apalabrado: una espectacular casa futurista firmada por la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid. Pero, finalmente, Doronin se marchó con la Miss Universo china Luo Zili. Todo un culebrón, porque la chica, 20 años más joven, era la pupila de Naomi Campbell. Pero la diosa de ébano, lejos de montarla, como en ella era habitual, optó por no airear su furia. Bien al contrario, ha superado las penas junto a su amiga Kate Moss, hasta el punto de empezar a explorar el mundo del diseño. Quizás lo único que le faltaba en su trayectoria laboral.

«Varias firmas me lo han propuesto y estamos a punto ya de cerrar el trato, así que el anuncio no tardará», ha adelantado Campbell. «No quiero competir con los diseñadores que hay, pero a veces busco cosas para mí que no están en el mercado. Por eso, creo que ahí hay un lugar que puedo llenar», relata. La publicidad la tiene asegurada, y gratis, solo por el morbo y la expectación que levanta todo lo que hace.

Pero también el dinero (puede llegar a cobrar hasta cinco millones de dólares por contrato). Seguro que ya ha hecho números, porque muchas de sus compañeras, las denominadas supermodelos de los años 80 y 90, han pasado con bastante éxito por los derroteros del diseño. Ya sea con marca propia, como Elle McPherson y su línea de lencería, o trabajando para otros, como Cindy Crawford y sus colecciones para C&A. Las 'seis magníficas', salvo Campbell, se han sacado un buen piquito con sus modelitos mientras coqueteaban como imágenes de distintas marcas de cosméticos, productos de peluquería... ¡y hasta coches!, como Claudia Schiffer. Linda Evangelista sigue muy vinculada al mundo de la moda como embajadora de L'Oreal y Christy Nicole Turlington tiene una línea de cuidado ayurvédica de la piel. Eso sí, Naomi ha aprovechado todo este tiempo para dedicarse a sus otras aficiones. Ha aparecido en programas a la búsqueda de nuevas modelos, escribió una novela ('Swan') e incluso se lanzó al mundo de la canción con un disco que tuvo poco éxito... salvo en Japón.

Formar una familia

También está dispuesta a disfrutar de la maternidad, como sus antiguas compañeras de pasarela. «Quiero tener hijos tanto si tengo pareja como si no la tengo; los tendré sola», espetó hace unos meses. Y no será porque no ha intentado formar una familia buscando a su media naranja desde que la descubrieron con 15 años. Su curriculum amoroso es más bien ajetreado, empezando por Myke Tyson y terminando por Vladislav Doronin. Por medio ha compartido más que amistad con el actor Robert De Niro, el músico de U2 Adam Clayton, el empresario Flavio Briatore... ¡y hasta con el jeque árabe Badr Jafar! Llegó a emparejarse hasta con un producto patrio: el bailarín Joaquín Cortés. Pero ahora su corazón está de sequía y por eso ha pasado junto a Kate Moss parte de sus vacaciones en Ibiza.

En la isla pitiusa apenas ha dado que hablar más allá de las fiestas de lujo con champán, buenos barcos y amigos de renombre. En otros tiempos fue protagonista de polémicos titulares casi a diario por su indomable carácter. Ese que le hizo cumplir cinco días de servicios comunitarios en Estados Unidos por golpear a una de sus empleadas con un teléfono móvil. O ese que le llevó a ser vetada de por vida por la aerolínea British Airways, después de un follón que montó en el aeropuerto de Heathrow: agredió a un oficial de policía después de que le perdieran el equipaje. También ha querido borrar de su historial las fotos en las que le pillaron salieron de una reunión de narcóticos anónimos en Londres o su paso en 2011 como testigo en el juicio de La Haya contra el expresidente de Liberia, Charles Taylor, por el comercio de diamantes.

Al margen de su interés por el diseño, Naomi Campbell está muy comprometido con la campaña para denunciar el racismo en las pasarelas. Se siente revitalizada y está dispuesta a exprimir al máximo su famosa estampa. Sigue siendo la mujer negra más conocida del mundo... con permiso de Michelle Obama.

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