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COLPISA / AFP
Sábado, 24 de mayo 2014, 09:02
Kanye West y Kim Kardashian, que ya están en Europa para festejar sus bodas por todo lo alto, han celebrado en el castillo de Versalles una fiesta privada a la que los invitados han asistido con trajes de época, antes de viajar a Florencia (Italia) para su enlace.
El rapero y su compañera llegaron a Versalles poco después de las 19.00 horas (17.00 GMT). Poco a poco fueron desembarcado sus invitados, que fueron recibidos por jinetes sobre caballos empenachados y redobles de tambor.
Kim Kardashian, de 33 años, vestida de blanco y con el cabello recogido en un moño, y Kanye Kanye, de 36, con un traje crema, visitaron el lugar en compañía de sus amigos y asistieron a un espectáculo de fuegos artificiales. Los preparativos se llevaron a cabo bajo la mirada de unos veinte periodistas y de un centenar de curiosos: varios empleados descargaban material de sonorización y enormes ramos de flores. También llegaron caballos adornados de vivos colores, caballeros con sombreros de plumas, mosqueteros con pelucas y extras vestidos a la antigua usanza.
Dispuestos a todo
Atraídos por los rumores de que estarían presentes superestrellas como Justin Bieber, Beyonce o Jay-Z, numerosos adolescentes intentaron acercarse al castillo, dispuestos a todo para ver a sus ídolos. "No vamos a salir de aquí hasta que no los hayamos visto. Estamos dispuestos a escondernos en el parque", declaraba Jeanne, de 15 años.
Kim Kardashian y Kanye West, que deseaban celebrar su boda en lugares de postín, decidieron hacer una fiesta privada en el castillo de Versalles. Antes, a comienzos de la tarde, habían ofrecido un brindis a unos cincuenta invitados en el castillo de Wideville, cerca de París, en la primera etapa de una maratón nupcial y mediática que debía llevarlos, tras el castillo de Versalles, a Italia.
El rapero y su novia llegaron hacia las 13.30 (11.30 GMT) a Wideville, una residencia del siglo XVII propiedad del modisto italiano Valentino, en un cortejo de una decena de berlinas negras con los vidrios ahumados. Valentino había llegado a mediodía a bordo de una limusina negra.
Kayne West y Kim Kardashian habían intentado desde hace meses mantener en secreto su boda. Los lugares previstos para la celebración dieron lugar a numerosas especulaciones en la prensa.
Su boda podría reportar a la pareja hasta 21 millones de dólares gracias a los patrocionadores así como a la venta de fotos exclusivas de la ceremonia.
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